Todo estaba listo para ver el segundo debate presidencial, hasta las charolas con pambazos, los bocadillos, los refrescos, el agua de jamaica y hasta la de limón sin chía estaban servidos unos 10 minutos antes de que se apagaran las 9 pantallas y quedarán en fondo negro y sin sonido y nadie vio las primeras respuestas ni declaraciones de Claudia Sheimbaum Pardo, Xochitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez.
Se escuchaban los primeros gritos de “queremos Internet (en la sala de prensa)”, cuando Adriana Pérez Cañedo daba por iniciado el segundo debate presidencial. Todos creían que era algo pasajero, pero desde el arribo de los tres candidatos presidenciales ya no había red de wifi y la intermitencia de la red de Internet era a cuenta gotas.
Nadie del Instituto Nacional Electoral (INE) atendió el primer reclamo y sólo pedían unos minutos para arreglar la falla tecnológica y técnica.
Pero los reclamos subieron de tono al momento en que ya corría el minuto 3 del Debate Presidencial. Ahí fue que los reporteros, fotógrafos, camarógrafos, corresponsales y todos, quienes estaban listos para mandar los primeros avances y adelantos de este ejercicio democrático, se levantaron para exigir audio, video e Internet para ver los discursos de Claudia Sheimbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez.
Todos corrieron a los set de televisión para exigir una transmisión eficiente, ya que era la segunda vez que les aplicaban un apagón del sistema.
Otras voces decían: “Periodismo digno, portazo, que vuelva Lorenzo Córdova, Romo ponte a trabajar, prensa digna y déjenos trabajar”.
Ante la avalancha de las exigencias de la prensa llegaron unos jóvenes vestidos de civil de la Guardia Nacional, quienes trataron de contener los reclamos. Pero fue que la reja colapso y entró un grupo de reporteros para llegar a la zona VIP, quienes ya departían, comían y gozaban ya de las primeras declaraciones del Segundo Debate Presidencial.
Una sala de con unas 30 sillas de llenaron ya cuando Xóchilt Gálvez sacó por primera vez una tarjeta para mostrar al “esposo de Claudia Sheimbaum recibiendo dinero”. Y ahí fue donde la política de Morena le reviró que una empresa fundada y dirigida por Xóchilt Gálvez había ganado decenas de contratos cuando ella ha sido servidora pública.
Con cierta preocupación, funcionarios vestidos de negro del INE veían como otro grupo subía sillas de la sala de prensa a un pequeño salón. Ya habían pasado más de 15 minutos en los que se le cayó el sistema al INE y el tiro de frases comenzaba entre las candidatas y el candidato.
Fueron más de 150 periodistas apostados con computadoras, quienes mandaron desde la sala de Prensa, otros 200 acreditados por el INE también lo hicieron conforme continuó el Segundo Debate Presidencial. Está vez se cayó el sistema, quienes saben que pasará en el tercer debate y en la elección del 2 de junio de 2024.
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Cortesía de Forbes.
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