Un trágico accidente cobró la vida de un niño rarámuri de apenas cuatro años en el municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua. El menor cayó a un pozo agrícola de 120 metros de profundidad y apenas 12 pulgadas de diámetro, ubicado en una plantación de manzana donde su familia se encontraba trabajando.
Según los primeros reportes, el incidente ocurrió cuando el pequeño jugaba en las inmediaciones del huerto, sin que los adultos notaran su cercanía al pozo. En un descuido, el niño cayó al interior del conducto, lo que activó una intensa operación de rescate por parte de autoridades municipales, cuerpos de emergencia y Protección Civil estatal.
Protección civil de Chihuahua rescató el cuerpo del menor
Debido a la profundidad y estrechez del pozo, las labores de rescate se tornaron extremadamente complejas, requiriendo maquinaria especializada, cámaras y sistemas de ventilación. Tras más de 6 horas de maniobras, las autoridades confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida del menor, identificado como David, en el fondo del pozo.
Este lamentable suceso ha generado una ola de indignación y tristeza, especialmente en la comunidad rarámuri y entre organizaciones que defienden los derechos de los pueblos originarios. También ha reabierto el debate sobre la seguridad en los espacios agrícolas donde trabajan familias indígenas, muchas veces en condiciones precarias y sin las medidas mínimas de protección.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar si hubo negligencia en la señalización o resguardo del pozo, que al momento del accidente no contaba con ninguna cubierta visible. Se espera que la Fiscalía General del Estado emita un informe detallado en los próximos días.
El gobierno municipal expresó sus condolencias a la familia del menor y anunció que se brindará apoyo psicológico y legal a los deudos, además de revisar las condiciones de seguridad en zonas agrícolas de la región.
Cortesía de El Heraldo de México.
Dejanos un comentario: