La activista y defensora de los animales Lucía Hernández denunció a través de sus redes sociales la crueldad animal que sufrieron dos gatitos en calles de la alcaldía Xochimilco, en la Ciudad de México (CDMX), cuando un sujeto les disparó con un rifle de diábolos, causándoles lesiones permanentes. Aunque el caso fue denunciado a las autoridades por los vecinos el agresor continúa libre.
De acuerdo con la activista, los vecinos lograron resguardar a los gatitos, sin embargo, uno de los animales perdió un ojo y otro tiene el proyectil incrustado.
Por su parte, la Fundación Patitas Enlodadas A.C., organización protectora de animales que lleva años documentando casos de crueldad animal y exigiendo justicia hizo un llamado a las autoridades de la alcaldía y de la Ciudad de México para que este caso no quede impune.
Informó que el maltrato animal ya fue denunciado formalmente ante el Ministerio Público con apoyo de ellos. Sin embargo, no se ha procedido en contra del responsable por lo que el agresor sigue en libertad y aún tiene el arma en su poder, lo que representa un peligro permanente para la fauna doméstica y silvestre de la zona.
En la Ciudad de México, lastimar intencionalmente a un animal no es solo un acto de crueldad, también es un delito. La ley protege a los animales -como perros, gatos o aves- y establece sanciones para quienes les causen daño.
El Código Penal de la CDMX señala que cualquier persona que lesione de forma dolosa (es decir, con intención) a un animal puede enfrentar hasta dos años de cárcel.
Además, si la agresión se realiza con saña, si se usan armas (como un rifle de diábolos) o si la persona ya ha cometido actos similares antes, las penas pueden ser más severas.
Por ello, la activista y defensora de animales Lucía Hernández señaló que disparar a los gatitos con un rifle no fue un accidente ni un juego sino un acto premeditado y violento, y la ley lo clasifica como un delito.
Es un acto criminal que merece una respuesta inmediata de las autoridades. La Brigada de Vigilancia Animal, bajo la dirección de Mónica Garduño Ballesteros, tiene la obligación de investigar estos hechos.
No basta con responder llamadas de emergencia: debe abrir una investigación formal, identificar al agresor, valorar si existen más víctimas y evitar que continúe la violencia”, exigió Lucía Hernández.
Agregó que la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), junto con la Agencia de Atención Animal, deben coordinar una supervisión urgente de la zona ya que no se trata de un hecho aislado.
Xochimilco registra múltiples reportes de violencia contra animales, y esta impunidad alienta a otros agresores”, aseguró la defensora de animales.
Cortesía de El Heraldo de México.
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