Han pasado siete meses desde que Brandon y su pareja, se enteraron que el cuerpo de su bebé, de nombre Elías, fallecido por causas naturales recién nacido, había sido robado de su cripta en el Panteón “Jardín”, ubicado en la colonia Arboledas del Sur, municipio de Guadalajara. A esa fecha, han sido varios servidores públicos los que fueron citados a declarar a la Fiscalía de Jalisco por la profanación de la tumba, de la cual hasta el momento no se ha brindado mayores detalles.
El Coordinador de General de Servicios Públicos tapatío, Óscar Villalobos, informó que entre los convocados por la Fiscalía está la encargada de la dirección de Cementerios, Gloria Carranza González.
“Los canalizamos a Fiscalía para que hicieran la denuncia correspondiente, nosotros vimos presentamos la denuncia misma del suceso y de manera inmediata, ese mismo día acudió a declarar la directora de cementerios. De ahí ha venido la investigación de Fiscalía”, indicó.
Ya existe una denuncia
Por este caso ya se lleva una denuncia por robo del cadáver y la profanación de la cripta, en la Fiscalía de Jalisco con carpeta de investigación 06.01/D-1/76273/2024/DV, además de otro proceso de investigación en la Contraloría del municipio para evaluar alguna falta por parte de los funcionarios públicos.
La desaparición del cadáver del bebé Elías no fue un hecho menor, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dio trámite a la queja presentada por los padres del pequeño. Brindó un equipo de abogados quienes están llevando las gestiones judiciales para hacer la reparación del daño de la familia afectada. Mientras tanto, los familiares ya fueron sometidos a los exámenes de ADN en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses y cotejar los resultados con el Banco de datos forenses con la esperanza de dar con el cadáver del bebé Elías.
¿Cuál es el castigo por profanar una tumba?
En México, extraer cuerpos de un panteón o profanar tumbas es considerado un delito serio por el Código Penal Federal. Esta conducta se encuentra tipificada en el Título Decimoséptimo, que regula los delitos relacionados con inhumaciones y exhumaciones. De acuerdo con el artículo 281, quien dañe, abra o viole una tumba, ataúd o sepultura, o lleve a cabo actos ofensivos contra un cadáver o restos humanos, como mutilarlos, agredirlos o tener comportamientos irrespetuosos, puede enfrentar una condena de uno a cinco años de prisión.
Si los actos implican necrofilia, es decir, mantener relaciones sexuales con el cadáver, la pena se agrava y puede llegar a ser de cuatro a ocho años de cárcel. Además, el artículo 280 Bis sanciona con penas de cinco a ocho años de prisión y multas elevadas a quien destruya o disponga de restos humanos sin autorización oficial, especialmente cuando se trata de personas no identificadas.
Las sanciones pueden variar dependiendo del estado del país. Por ejemplo, en la Ciudad de México, la legislación local impone castigos de tres a siete años de cárcel y multas económicas considerables. En todos los casos, se busca proteger el respeto y la dignidad de los restos humanos.
Cortesía de El Heraldo de México.
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