La candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sara Herrerías, declaró que la justicia tiene que volver a los grupos históricamente excluidos en nuestro país, pero sobre todo, se requieren juzgadores empáticos con las víctimas de los delitos y la violencia.
Como parte de sus actividades en Mérida, participó en un foro con alumnos del Centro de Estudios Superiores CTM Justo Sierra O’Reilly, a quienes les explicó que la reforma judicial abrió la oportunidad a que jóvenes que estudian Derecho puedan en un futuro ser jueces, magistrados o ministros a través del voto popular.
Al abundar de lo que viene en la Suprema Corte, dijo que aportará en cada resolución una interpretación a la luz de los derechos sociales, teniendo siempre presente la perspectiva de género, infancias, adolescencias, interculturalidad y diversidad sexual, protegiendo los derechos de indígenas y migrantes.
Aplicar una justicia empática
Herrerías reiteró que estos grupos sociales históricamente excluidos necesitan que la Corte aplique una justicia empática, y que esa transformación permee hacía abajo a todos los impartidores de justicia.
“Tiene que existir empatía cuando el Estado mexicano atienda a las víctimas, ponerse en el lugar del otro, pensar por lo que sufrió y pasó, y de ahí escucharla y atenderla para poder darle respuesta a los conflictos y lo que se plantee en la denuncia”, subrayó.
Agregó que los ministros tienen que tomar en cuenta todos los contextos y juzgar con perspectivas de derechos humanos, para no hacer una justicia abstracta. En ese sentido, enfatizó que la justicia tiene que volver otra vez a los grupos históricamente discriminados.
“Creo que cualquier impartidor de justicia tiene que tener una sensibilidad especial, no sólo se necesita saber derecho, hay que ser empáticos con las víctimas”, insistió la candidata, quien también participó en otro foro en la Universidad Marista.
Cortesía de El Heraldo de México.
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