5 arañas que pueden habitar en tu casa, ¿cuáles son venenosas?

En todo el mundo hay más de 48 mil especies de arañas y el el 10% de ellas vive en México. Estos arácnidos prosperan en una gran variedad de ecosistemas, por eso no es raro encontrarlas tanto en entornos rurales como urbanos; sin embargo, no gozan de buena fama entre los seres humanos.

Las películas de terror, las historias de familiares y amigos y la desinformación en redes sociales han contribuido a reforzar los prejuicios que se tienen sobre las arañas fomentando el temor a que las arañas ataquen a los humanos y, peor aún, que ante una mordedura no haya nada que hacer porque su veneno es letal.

Para contrarrestar la desinformación y dispersar los temores en torno a las arañas, es preciso conocer más acerca de estos animales, siempre con base en fuentes fidedignas y con respaldo científico. Ellas han estado aquí mucho antes de que llegáramos a instalarnos en los lugares que forman parte de su hábitat, así que encontrarnos con alguna araña pasando por la sala, mientras movemos un mueble o haciendo una telaraña en el jardín es inevitable.

Aquí te compartimos 5 especies de arañas que puedes encontrar en casa, las características que te permitirán identificarlas y qué tan peligrosas pueden ser. Ten en cuenta que, aunque prácticamente todas las familias de arañas poseen glándulas venenosas para cazar a sus presas, la toxicidad de la gran mayoría no representa una amenaza grave para los seres humanos. En México, solo dos especies se consideran de importancia médica.

1. Araña violinista (Loxosceles laeta)

En algunos lugares se le conoce como araña de los rincones porque suele esconderse en grietas y rincones de difícil acceso. Es de color marrón, con una línea negra en forma de violín, de ahí el nombre con el que se le conoce. Es una de las especies consideradas de importancia médica en México, ya que su veneno contiene encimas que pueden ocasionar lesiones graves en la piel si el paciente no es atendido a tiempo. Sin embargo, no es una especie agresiva; las mordeduras a humanos suelen ocurrir por accidente o porque se les ha provocado intencionalmente, y aunque han habido casos de muertes asociadas a mordeduras de araña violinista, son bastante raros. 

2. Viuda negra (Latrodectus mactans)

Esta araña es famosa por su color negro, su mancha roja en forma de reloj de arena y por la fama de su veneno, como uno de los más letales. Es la segunda especie de importancia médica en el país, debido a que su veneno contiene una neurotoxina que bloquea los canales de sodio y potasio, sin embargo, al igual que con la araña violinista, los casos que han desencadenado en fallecimientos son muy raros. Los accidentes con esta araña suelen ocurrir al tratar de defenderse cuando es apretada o pisada.

3. Araña patona (Pholcus phalangioides)

Suelen vivir en el interior de las casas, en los rincones de los techos o en las bodegas y cocheras, donde tejen sus telarañas para cazar a sus presas, que pueden ser moscas, mosquitos, cucarachas e incluso otros arácnidos. Al igual que la inmensa mayoría de las arañas, esta especie posee glándulas venenosas, pero sus colmillos son muy pequeños para causar daño a los humanos; además, las toxinas de su veneno suelen tener un efecto débil en sus presas.

4. Araña roja (Dysdera crocata)

Esta araña de un característico color rojo pardo habita en exteriores, principalmente bajo rocas, entre troncos o macetas y bajo las hojarascas. Suele alimentarse de cochinillas, por lo que también se le conoce como araña cochinilla. Utiliza su veneno para inmovilizar a sus presas y aunque su mordida puede llegar a ser muy dolorosa, no representa ninguna amenaza para los seres humanos.

5. Araña de jardín (Neoscona oaxacensis)

Esta especie es creadora de la telaraña con el típico patrón circular que conocemos. Como lo indica su nombre común, habita en los jardines urbanos y en espacios boscosos. Cuando una presa queda atrapada en su telaraña, la araña de jardín le inocula su veneno para inmovilizarla y la envuelve con su seda para alimentarse de ella. La toxicidad de su veneno es muy baja para los seres humanos, por lo que no representa ninguna amenaza.