Una estudiante de la Escuela Secundaria Técnica número 66, ubicada en la colonia Santa Rosa, en Mérida, Yucatán, fue hospitalizada tras ser víctima de una presunta agresión física por parte de uno de sus compañeros de clase. El caso ha generado indignación en redes sociales, donde se ha denunciado una aparente omisión por parte de las autoridades escolares frente a una situación de acoso escolar que habría sido sostenida durante varios meses.
La denuncia fue difundida a través de la página de Facebook “No más bullying”, por la madre de la víctima quien compartió su testimonio, relatando que la menor había sido víctima de bullying constante por parte de un compañero de salón, pese a haber reportado repetidamente la situación a los docentes, no se tomaron medidas efectivas para frenar el acoso.
“Mi hija fue agredida por un compañero de su salón que ya llevaba tiempo haciéndolo, y varios maestros solo veían y no hacían nada”, indicó la denunciante en la publicación.
Créditos: Facebook/No más bullying
Las agresiones escalaron hacia la menor
La situación escaló a un punto crítico cuando, según la denuncia, el mismo estudiante agredió físicamente a la adolescente con tal severidad que le provocó lesiones graves, entre estas, se reportaron hemorragias internas leves en el cerebro, la fractura de dos dientes y heridas en la boca. Debido a la gravedad de las lesiones, la estudiante fue ingresada a una clínica, donde permaneció canalizada y sin poder ingerir alimentos sólidos durante varios días debido al dolor, lo que generó aún más indignación fue la respuesta institucional.
La madre de la menor señaló que la directora del plantel afirmó desconocer los hechos, pese a que, según ella, el acoso se había prolongado por al menos ocho meses, este aparente desconocimiento por parte de la autoridad educativa ha sido señalado como una muestra de la falta de protocolos eficaces para atender casos de violencia escolar.
En cuanto a la reacción de la familia del presunto agresor, se informó que se ofrecieron a cubrir los gastos médicos derivados de la agresión, sin embargo, la madre de la víctima subrayó que este gesto no es suficiente para reparar el daño físico y emocional ocasionado.
“Ojalá y ya los docentes se pongan las pilas así como se las ponen para reclamar sus derechos, y no sigan permitiendo acoso y daño físico escolar”, concluyó la publicación.
LA
Cortesía de El Heraldo de México.
Dejanos un comentario: