Cada 20 de mayo, México rinde homenaje a quienes han dedicado su vida profesional a escuchar, comprender y acompañar emocionalmente a los demás: las y los psicólogos. Su labor no solo es crucial en el tratamiento de trastornos mentales, sino en la construcción de una sociedad más empática, equilibrada y resiliente.
La psicología es una ciencia que estudia el comportamiento humano y los procesos mentales. A través de ella, las y los especialistas en salud emocional ayudan a personas de todas las edades a enfrentar desafíos como la ansiedad, la depresión, el estrés o la violencia. Sin embargo, su campo de acción va mucho más allá del consultorio. Para conmemorar esta fecha, la psicóloga Yareli Castillo, colaboradora de Heraldo Radio Tepic, conversó en cabina con Shío López sobre el impacto social de esta profesión, que se ha vuelto cada vez más visible y demandada, especialmente a raíz de la pandemia.
“A partir de la pandemia, la demanda de atención psicológica incrementó un 25%. Si ya antes no dábamos abasto, ahora hay muchísimo más trabajo que realizar”, explicó la especialista.
Jóvenes cada ves más interesados en la psicología
Castillo también reflexionó sobre el creciente interés de jóvenes por estudiar psicología, psiquiatría o neurociencias. No obstante, señaló que aún hay una gran necesidad de comprender que la psicología no es solo parte de las humanidades, sino una ciencia que estudia y analiza la conducta desde un enfoque riguroso y multidisciplinario.
“Muchos estudiantes no logran definir en qué área de la psicología quieren especializarse, y aún hay una creencia errónea de que la psicología es solo humanidades, cuando en realidad atacamos directamente la conducta”, puntualizó.
Rapport es fundamental en las terapias
Uno de los conceptos clave que abordó fue el rapport, término que define la conexión emocional y profesional entre paciente y terapeuta. Este vínculo es esencial para el éxito de cualquier proceso terapéutico.
“La primera sesión es fundamental. Ahí se establece la alianza terapéutica y el rapport, que nos permite entender al paciente, generar confianza y definir los objetivos de la terapia”, indicó.
Como ejemplo, narró el caso de un paciente que inicialmente asistió a terapia por una orden judicial y que, al sentirse escuchado y comprendido, decidió continuar voluntariamente con su tratamiento hasta completarlo. “Eso es lo que puede lograr una buena conexión terapéutica”, dijo.
Respecto a la duración de los tratamientos, Castillo aclaró que cada proceso es único y depende tanto de la frecuencia de las sesiones como del compromiso del paciente. En la primera consulta se identifican las razones por las que se busca ayuda, se analiza el contexto personal y se establece un plan de trabajo.
“Buscamos comprender si hay una conducta aprendida, el repertorio conductual, y a partir de ahí hacemos un análisis funcional que nos guía durante el tratamiento”, explicó.
En un mundo cada vez más acelerado y exigente, la labor de las y los psicólogos no solo alivia el sufrimiento emocional, sino que también fortalece la salud mental colectiva. Su trabajo, discreto pero poderoso, es una pieza clave en el bienestar individual y social.
Cortesía de El Heraldo de México.
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