CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la explanada de la alcaldía Iztapalapa iniciaron las actividades de la 182 Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, con la asistencia de más de 100 mil habitantes.
Este jueves 17 de abril, a las 14:00 horas, la Representación de este 2025 comenzó con un recorrido de ocho kilómetros por los 8 Barrios, que fue desde la casa de ensayos hasta la Catedral del Señor del Santo Sepulcro.
Por la noche, un escenario montado el centro del Jardín Cuitláhuac se iluminó para ofrecer el inicio de la representación de la crucifixión, en la que actores provenientes de los 8 Barrios de Iztapalapa interpretaron “El primer gran sinedrio contra Jesús”.
Mientras, algunos nazarenos que realizaron descalzos el recorrido de los 8 Barrios, descansaban en el piso y se masajeaban los pies. Como cada año, fueron adultos, jóvenes y niños los que usaron las togas blancas y moradas para realizar una manda.
Edwin Yair, de 17 años, asiste a la representación desde que tiene memoria; creció en la colonia Leyes de Reforma, en Iztapalapa, pero hace cuatro años se mudó a Veracruz. De todas maneras, su familia regresa cada Semana Santa y Edwin nunca se ha perdido una representación.
Este es el primer año que asistió como nazareno y lo hizo descalzo. En entrevista reconoció el reto al que se enfrentó, sobre todo por el calor y la incomodidad que sentía cuando alguna “piedrita maldita” se incrustaba entre sus dedos: “Pensé que no iba a poder y sí pude, yo lo hago por mi abuelito”.
Cómo Edwin Yair se registraron dos mil 500 nazarenos en la alcaldía Iztapalapa.
Otros asistentes, también agotados, encontraban descanso entre las letras decorativas de la alcaldía; ahí, muchas familias se organizaron para cenar con platos de unicel y vasos de plástico, con los que compartían refrescos, pollos asados y pizza. Las familias más preparadas sacaban refractarios con guisados, tortillas y arroz.
La escenificación terminó con el acto en el que Jesús es llevado al calabozo, aunque las actividades turísticas continuaron alrededor de la explanada de la alcaldía, que se rodeó de instalaciones de feria, propias de estas celebraciones de Semana Santa.
Comerciantes de Iztapalapa y otras alcaldías aprovecharon la convocatoria de la representación, pues no faltaron puestos de comida en los que se ofertaban buñuelos, chapulines, elotes, tacos, tlacoyos y demás comida típica mexicana.
También hubo juegos mecánicos y de destreza, vendedores ambulantes con figuras religiosas, juguetes, bebidas y cigarros.
Las calles estuvieron abarrotadas de capitalinos y visitantes de todos los estados de la República, incluso algunos extranjeros observaron la 182 Representación de la Semana Santa, que es considerada patrimonio cultural inmaterial de México.
Entre la multitud también hubo elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la Cruz Roja, de Protección Civil y Turismo de Iztapalapa.
Aumentan los delitos
Aunque la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que desplegó a más de 5 mil elementos policiales, algunos habitantes de las zonas aledañas declararon que, durante las festividades, aumenta su percepción de inseguridad.
Rosa María asistió con sus dos hijos, de 4 y 6 años, atados a su cintura con una correa de colores. Entre risas nerviosas, compartió para Proceso: “Ya sé que se ve raro y no me gusta, pero es a lo que tiene que recurrir uno para saber que sus hijos estás seguros, de otra manera, con toda esta gente, no me voy a arriesgar a que me los quiten en un descuido de un minuto”.
Vive a pocas calles de la Macroplaza y aseguró que se siente segura cerca de la alcaldía, pero también dijo que “con tantos visitantes” en estas fechas, le dan más nervios salir de su casa por la noche: “Aquí, con las luces, no se siente la inseguridad, pero hay que caminar 10 minutos, 15 minutos, ya verá cómo se presta a la oportunidad y aquí luego los chavitos andan abriendo sus cervezas”.
El encargado de una tienda Oxxo, quien prefirió no revelar su nombre, consideró que durante la Representación incrementa la incidencia de robo y la percepción de inseguridad: “Entra tanta gente que es más fácil que se lleven cualquier cosa y me fastidia porque me la cobran a mí, eso aquí, pero ya que salgo si está medio feo, sobre todo sucio”.
Sin embargo, la percepción de inseguridad no fue generalizada, Lourdes, que vino desde Guanajuato, compartió: “Uno sabe que la ciudad es medio peligrosa, no le hace, yo aquí en la Pasión me siento cobijada, no puede ser malo lo de Cristo”.