CIUDAD DE MÉXICO (apro).-No cabe duda de que el derecho a saber constituye una piedra angular del ejercicio democrático. A la luz de los recientes acontecimientos que han afectado al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), se ha generado un clima de incertidumbre sobre el porvenir de estos derechos fundamentales en México. En este contexto, adquiere particular relevancia la obra Luz en la sombra. Mi camino por la transparencia y el INAI (Universidad Autónoma de Zacatecas, 2025), de la excomisionada Julieta del Río.
Primero. Luz en la sombra no es un libro más dentro del amplio corpus que se ha producido en México sobre transparencia y acceso a la información —frecuentemente con un enfoque academicista, abstracto y alejado de la praxis institucional—, sino una contribución singular escrita en primera persona, donde la autora entreteje rigurosos datos contextuales con una valiosa narrativa testimonial. Desde esta perspectiva, el texto ofrece un recorrido íntimo por la vida institucional del INAI y permite comprender, desde dentro, los retos, avances y omisiones de un órgano garante que fue clave en la vida pública del país.
A diferencia de muchas obras teóricas, este libro recupera casos concretos de alto interés público, así como otros que reflejan el impacto cotidiano de la transparencia en la vida de las personas comunes. De su lectura se desprende con claridad cómo el derecho de acceso a la información no es un fin en sí mismo, sino una prerrogativa instrumental que habilita el ejercicio de otros derechos. Este enfoque se desarrolla con minuciosidad, sin perder la mirada crítica. Prueba de ello es el capítulo 4, en el que la autora reconoce los déficits históricos del INAI desde su origen como IFAI en 2003, y enuncia áreas fundamentales que fueron desatendidas: a) la socialización del conocimiento; b) la capacitación sistemática de los sujetos obligados; c) la simplificación de trámites burocráticos, y d) la reducción de la brecha digital mediante estrategias efectivas de alfabetización en información y tecnología dirigidas a los sectores más amplios de la población.
Segundo. En el capítulo 5, Julieta del Río da cuenta de las marcadas diferencias de percepción, criterio y estilo dentro del trabajo colegiado del (ahora extinto) INAI. Si bien la pluralidad de enfoques es deseable en un órgano colegiado, la autora revela cómo esas diferencias también implicaron conflictos respecto al tratamiento de problemas internos. En contraste con una cultura política anquilosada —que privilegiaba la opacidad bajo el argumento de que “la ropa sucia se lava en casa”—, Julieta del Río eligió un camino ético y congruente: denunciar posibles actos de corrupción al interior del Instituto, incluso cuando eso supuso romper con prácticas de complicidad institucionalizadas.
Su proceder, documentado en la obra, permitió que ciertos casos de presunta corrupción de altos mandos del INAI salieran a la luz pública y fueran objeto de observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación, derivadas de denuncias formales presentadas por la propia comisionada. Ni las resistencias internas ni los costos personales la detuvieron. En un entorno donde se proclamaban valores como la transparencia y la legalidad, pero se toleraban prácticas contrarias a estos principios, su actuación representa un caso paradigmático de integridad institucional.
Tercero. Es importante destacar que los derechos de acceso a la información y de protección de datos personales se mantienen resguardados en el texto constitucional. Sin embargo, el modelo institucional que ha sustituido al INAI aún debe someterse al examen de la práctica para determinar si representa una continuidad, una mejora o un retroceso en la garantía de dichos derechos.
La nueva Ley General de Transparencia contiene dos elementos destacables: por un lado, la transversalización del derecho a saber en el sistema educativo nacional, lo que apunta hacia una cultura ciudadana más robusta en términos de exigibilidad democrática; por otro, la creación de juzgados de distrito y tribunales especializados en la materia, lo cual podría permitir que las controversias sobre el acceso a la información pública se resuelvan con mayor profundidad, superando el modelo actual del llamado “amparo para efectos”, que suele limitarse a requerir una mejor fundamentación por parte de la autoridad, sin abordar el fondo del asunto.
Finalmente, en Luz en la sombra, Julieta del Río no sólo narra su paso por el INAI, sino que documenta propuestas de reforma institucional que formuló con antelación al proceso legislativo que culminó con la desaparición del órgano. En ello cumple con una responsabilidad moral de rendición de cuentas ante la sociedad. Su testimonio trasciende las exigencias mínimas del servicio público: deja un precedente ético de integridad, valentía y compromiso con los principios constitucionales, que debería servir de referente para quienes ejercen funciones públicas.
@evillanuevamx