La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) lanzó un llamado urgente a la población para reflexionar sobre un riesgo silencioso pero constante la vida diaria: el uso de envases de plástico y unicel, especialmente cuando son expuestos al calor.
Gladys Toledo Ibarra, investigadora de la máxima casa de estudios nayarita, explicó que productos tan comunes como las sopas instantáneas o el agua embotellada pueden representar un riesgo para la salud cuando se calientan o permanecen mucho tiempo al sol.
Esto se debe a la liberación de microplásticos y sustancias químicas como el bisfenol A y S, que tienen efectos dañinos en el cuerpo humano.
“Evitar cuando se calientan… Las botellas de plástico en las que tomamos agua, cuando se calientan o están mucho tiempo al sol, van liberando pequeños fragmentos de microplásticos. Si los consumimos de manera diaria, pueden afectarnos. Estas botellas también liberan contaminantes como el bisfenol A y S, que alteran nuestro sistema endocrino”, detalló la investigadora.
¿Qué son los microplásticos y cómo afectan a la salud?
Los microplásticos, partículas diminutas que se desprenden de estos envases, no solo ingresan por el sistema digestivo, sino que pueden trasladarse a la sangre, al cerebro y a otros órganos vitales, donde no pueden ser eliminados fácilmente.
“Nuestro cuerpo no está adaptado para procesarlos ni eliminarlos. Es lo complicado”, señaló Toledo Ibarra. “Y si han visto botellas de plástico en la calle que duran años sin degradarse, es porque son materiales prácticamente eternos. Lo mismo sucede en nuestro organismo”.
El unicel, por ejemplo, puede permanecer décadas sin degradarse en el medio ambiente, y tampoco puede ser desintegrado por nuestro cuerpo. El problema se agrava cuando estos materiales son usados diariamente para calentar alimentos o bebidas, lo cual potencia la liberación de estos compuestos.
¿Qué hacer para evitar los microplásticos?
La UAN recomendó buscar alternativas más seguras y sostenibles, como el uso de botellas de vidrio, termos reutilizables o envases libres de químicos tóxicos. También hizo un especial llamado a cuidar a los sectores más vulnerables como niños, jóvenes y mujeres embarazadas, quienes pueden ser más sensibles a los efectos hormonales y neurológicos de estas sustancias.
Este pronunciamiento se suma a una creciente preocupación a nivel global sobre el impacto de los microplásticos tanto en la salud humana como en los ecosistemas. Investigaciones recientes han demostrado que estas partículas ya han sido encontradas en órganos humanos, sangre y hasta en la placenta.
La Universidad Autónoma de Nayarit reafirmó su compromiso con la salud pública y el medio ambiente, al tiempo que invitó a la ciudadanía a asumir un rol más activo en el consumo responsable y en la reducción del uso de plásticos de un solo uso.
Cortesía de El Heraldo de México.
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