BOGOTÁ (Proceso).- El papa León XIV tiene un perfil moderado, conciliador y de firme compromiso con los derechos humanos, la justicia social y la defensa de los migrantes, lo que, aunado al conocimiento que tiene de América Latina, es una “buena noticia” para México, porque lo conecta con temas centrales en este país, afirman expertos en religiones y en teología consultados por Proceso.
“Por sus antecedentes, podemos esperar que el agustino Robert Francis Prevost, quien ayer adoptó el nombre de León XIV, sea un papa que se ocupe de los problemas de violencia que tiene México, que es el segundo país con más católicos en el mundo, y principalmente, lo veo muy cerca de las víctimas de la violencia en el país”, asegura Luisa María González, socióloga y especialista en religiones en América Latina.
La maestra en estudios latinoamericanos de la UNAM dice que como obispo de Chiclayo, en Perú, cargo que ocupó entre 2015 y 2023, el nuevo Papa se proyectó como un líder religioso “firme y comprometido con los derechos humanos y con los grupos más vulnerables de la sociedad”.
Señala que desde hace varios años León XIV ha sido un crítico de las políticas migratorias del mandatario estadunidense Donald Trump, incluso las que desarrolló en su primer mandato, entre 2017 y 2020, cuando inició la construcción de un muro en la frontera con México y separó familias de inmigrantes latinoamericanos.
“Va a ser un Papa muy sensible frente al tema de la migración y frente al fenómeno de violencia que viven países latinoamericanos como México”, señala.
El profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana en Bogotá, Wilmar Roldán, señala que el nuevo pontífice tiene muy arraigados los valores de la doctrina social de la Iglesia católica, que enfatiza temas como la paz, la unidad y el reconocer a los otros, a los más vulnerables.
“México tiene problemas muy fuertes de criminalidad y él conoce muy bien la realidad social de América Latina a partir de su experiencia en Perú –asegura el teólogo–, y eso lo lleva a reconocer a las víctimas. La misma doctrina social de la Iglesia tiene como pilares en sus principios el bien común, la dignidad humana, la solidaridad y subsidiariedad (concepto que reconoce la autonomía de las comunidades locales y la participación de los ciudadanos en la solución de sus problemas inmediatos)”.
Y esa doctrina, indica Roldán, está muy mancomunada con los derechos humanos, lo que hará de León XIV un Papa muy cercano a Latinoamérica. Prevost es estadunidense, pero ha vivido más de la mitad de su vida en Perú.
“Va a ser un puente entre los sectores progresistas y conservadores de la Iglesia católica, pero al mismo tiempo seguirá algunas de las líneas de renovación que marcó el papa Francisco”, considera el experto.
El actual obispo de Chiclayo, Edinson Edgardo Farfán, comentó en Perú que León XIV “dará continuidad al trabajo de Francisco en su opción preferencial por los pobres porque él, a pesar de ser estadunidense, “ha sido marcado por la realidad de nuestras periferias”.
Buena relación con Sheinbaum
Para el teólogo mexicano Ángel Francisco Méndez, la elección de Prevost como nuevo líder de la Iglesia católica “es una buena y diplomática decisión”, pues es un “centrista”.
“Veremos cómo se pronuncia en estos temas de violencia en nuestro país”, señala, y dice que ha mostrado mucho interés en los asuntos latinoamericanos y debe estar “muy bien enterado” de la situación en México, pues nació en Chicago, donde hay una gran comunidad católica mexicana.
Lo que para Méndez es “desalentador” es que el nuevo Papa “esté en contra de la ordenación de las mujeres y de las uniones entre personas del mismo sexo”.
El doctor en Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Carlos Garma Navarro, dice que la elección de Prevost es “muy buena decisión” de los cardenales que participaron en el cónclave y cree que, por su perfil –tiene manejo político y es ponderado en sus posturas públicas–, tendrá una buena relación con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum. Ambos tienen una formación científica, pues el nuevo Papa es matemático de la Universidad Villanova, en Estados Unidos.
“Como un católico que creció en Chicago seguro conoce la cultura mexicana”, indica el experto en religiones.
El teólogo y exdirector del Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana, José Sols Lucía, ubica a León XIV en la misma línea de Francisco, aunque “más moderado, menos expresivo, finalmente un hombre muy preocupado por los pobres, por lo social, por la paz”.
Otra diferencia es que al salir a saludar a los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el nuevo Papa usó el atuendo tradicional, con una capa roja, a diferencia de Francisco, quien sólo usaba la sotana blanca.
“Hay continuidad y hay diferencias”, asegura el doctor en teología del Centre Sèvres en París.
Considera que el nuevo líder católico tratará de conciliar “entre los muchos que se han encontrado muy a gusto con Francisco y los pocos que se han encontrado a disgusto”.
De acuerdo con Sols Lucía, el hecho de que haya adoptado el nombre de León XIV tiene mucha importancia, porque León XIII fue un Papa que marcó mucho la historia del catolicismo entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX al lanzar la encíclica Rerum Novarum, en la que defendió los derechos de la clase trabajadora e inauguró lo que se conoce como doctrina social de la Iglesia.
Palabras en español
Para la profesora del Departamento de Estudios de la Religión de la Universidad Estatal de San Diego, Rebecca Bartel, fue muy significativo que León XIV haya hablado unas palabras en español en su primer discurso como Papa, al saludar a sus antiguos fieles de la Diócesis de Chiclayo, lo que revela una cercanía con las bases católicas.
Como prefecto del Dicasterio para los Obispos, cargo que ocupaba desde 2023, fue “muy aliado de las posiciones de Francisco frente al cambio climático, a las migraciones, a los refugiados, y compartía con él que la Iglesia debería estar en la calle, con los pobres, lo que tiene un eco de una teología latinoamericana, no con la Teología de Liberación, pero sí con una teología comprometida con el pueblo”, señala Bartel.
La doctora en religión en la Universidad de Toronto señala que el nuevo Papa también tiene posicionamientos muy interesantes frente a los diálogos interculturales, interespirituales, entre católicos y pueblos indígenas, lo que lo acerca a realidades como la mexicana.
La experta hace notar que el hecho de que lo haya elegido tan rápido, apenas en el segundo día del cónclave, revela que es una persona que goza de mucho respeto entre la cúpula del catolicismo.
Además, por su relativa juventud frente a otros papables –tiene 69 años–, es muy probable que su pontificado sea muy largo.
El teólogo Wilmar Roldán señala que aunque tiene un tono apacible y fama de conciliador, el nuevo Papa también ha hecho pronunciamientos firmes cuando lo considera pertinente.
En 2022, como vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, firmó una carta en la que los obispos de ese país latinoamericano expresaron su solidaridad con la Iglesia católica nicaragüense, que ha sido perseguida por el régimen autocrático de Daniel Ortega.
Los obispos señalaron que los católicos nicaragüenses “han sido privados de su libertad” por un régimen que ha destruido “imágenes y símbolos religiosos católicos, golpeando con ello no solamente la sensibilidad religiosa de un pueblo creyente, sino también defendiendo las raíces cristianas que constituyen la idiosincrasia de esa nación”.
“En medio del dolor y del perdón, que llena el corazón de los católicos nicaragüenses, se eleva un clamor de justicia y de respeto que le permita poder expresar sus propias convicciones con la libertad de quienes viven en una verdadera democracia”, señaló la misiva firmada por el nuevo Papa.
Cortesía de Proceso.
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