Cultura

Apuntes sueltos en su aniversario: Rafael Tovar y de Teresa, al amparo del poder

Este análisis crítico formaría parte de un libro a publicar por el Grecu en el 70 aniversario del nacimiento del funcionario cultural, cuya carrera gozó del favor de gobiernos priistas y panistas. Proceso escogió fragmentos significativos.

viernes, 12 de abril de 2024 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Rafael Tovar y de Teresa (RTT; 1954-2016), sin duda un personaje preparado y culto, inicia su carrera burocrática en el servicio público al amparo del poder de José López-Portillo Pacheco. El banderazo de salida tendría lugar en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde fungiría como jefe de Relaciones Culturales (1974-1976), el último tramo ya bajo las órdenes de Hugo B. Margáin, para continuar su meteórica trayectoria en calidad de asesor del director general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Juan José Bremer de Martino (1976-1978).

Sorprende su don de la ubicuidad, pues justo estas dos primeras comisiones ocurren mientras se encuentra cursando la licenciatura en Derecho (1974-1978) en la Unidad Azcapotzalco de la recién creada Universidad Autónoma Metropolitana, donde Carmen Beatriz López Portillo Romano, rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana desde 1991, sería su compañera de banca y con quien se desposaría faraónicamente el 20 de octubre de 1979 durante el sexenio de su suegro en la residencia oficial de Los Pinos, divorciándose en 1996 y contrayendo nuevos esponsales en 2000 con Mariana García-Bárcena Langenscheidt.

Carmen López Portillo. Compañera. Foto: Galo Cañas/Cuartoscuro.

Justo en este punto cabe destacar que en cierto sentido todo quedaba en familia(1), dado que la abuela materna de RTT respondía al nombre de Dolores Villagordoa y López Portillo (1886-1962), hija de Margarita López Portillo y Rojas, a la sazón hermana de José López Portillo y Rojas (1850-1923), abuelo del presidente López Portillo, quien fuera senador y diputado, gobernador de Jalisco por el Partido Católico Nacional, secretario de Relaciones Exteriores de “El Chacal” Victoriano Huerta, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y autor de “La Parcela” (1898) y “La raza indígena” (1904). Su progenitor fue otro gobernador de la antigua Nueva Galicia, Jesús López-Portillo y Serrano, quien también fungiera en calidad de prefecto imperial, comisario y consejero de Estado del emperador Maximiliano de Habsburgo.

Estas pesquisas de superficie, en auténtico vuelo de pájaro, insisten en una noticia no demasiado difundida: el parentesco entre Rafael Tovar y de Teresa y Carmen Beatriz López Portillo Romano y el carácter conservador de sus familias. Vínculo familiar que explica la movilidad de ambos personajes, ya fuese en la administración pública federal o en la promoción educativa en lo que se denominó el Claustro de Sor Juana.

Todavía siendo estudiante preparatoriano, Rafael Tovar y de Teresa ya nos había revelado su pasión esencial por la música al colaborar en el suplemento cultural de “Novedades” (1972-1973) del poblano Rómulo O’Farril Jr. (...).

Sus escritos y artículos sobre actividades musicales describen los programas y los conciertos, se ciñen a la lógica periodística. Tovar y de Teresa comparte sus testimonios y puntos de vista, es un cronista ajeno a la organización de las instituciones educativas. No forma parte del Conservatorio o la UNAM. Resulta cronista de músicos, compositores y audiciones. Lejos estará de rendir cuentas de obras, ritmos, instrumentos, orquestas e intérpretes, estructurar los medios de reconocimiento y propiciar la formación sonora, aquilatando y justipreciando disfrutar, identificar, configurar un acervo de estrategias de composición, estilos, sistemas de notación y modalidades de ejecución (...).

Mariana García-Bárcena. Viuda de Tovar y de Teresa. Foto: Captura de pantalla.

Ya en su condición de funcionario se involucrará en las actividades culturales con independencia de sus temas y características. Será un promotor que exporta o importa exposiciones o conciertos, por ejemplo. Desde la Cancillería, el INBAL, el Conaculta o, incluso, la Secretaría de Cultura, fomentará la programación, no la investigación ni la formación de públicos o la habilitación de artistas y académicos. Lejos de generar estrategias de capacitación de intérpretes, escuelas, músicos y ensambles como, a modo de referencia, el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela fundado en 1975 por José Antonio Abreu.

Durante sus gestiones al frente de dependencias y entidades impulsará acciones y funciones de primerísimo nivel, pero no suficientemente el fortalecimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Recursos limitados, atención secundaria o insuficientes mecanismos de cooperación internacional, impidieron el perfeccionamiento de nuestras orquestas, la excelencia académica y la promoción justa y equitativa de financiamientos, becas y estímulos (...).

Apenas titulado de abogado y careciendo de experiencia significativa, ingresa en 1979 al Servicio Exterior Mexicano, donde fungirá como director general de Asuntos Culturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (1979-1982). Ya en la administración del Ejecutivo federal Miguel de la Madrid Hurtado continuará de ministro en la Embajada de México en Francia (1983-1987), en ambos nombramientos a las órdenes de Jorge Castañeda Álvarez de la Rosa, un diplomático excepcional. De retorno a Tlatelolco asumirá una asesoría del titular de la política internacional (1987-1988), Bernardo Sepúlveda Amor, responsable del Grupo de Contadora y otras iniciativas de concertación regional.

Con el más que discutido triunfo electoral de Carlos Salinas de Gortari se detonaría un caudal de dispositivos de control y desmovilización de las conciencias críticas, aprovechando la crisis económica imperante y la desesperación de numerosos sectores de la población. Con un cinismo innegable, irrumpió el Programa Nacional de Solidaridad (...). Por su lado, el mundo de la creación y las ideas tendería a ser mediatizado con el surgimiento en 1989 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), destinado a conceder apoyos de coinversión a proyectos específicos y la evaluación de trayectorias y propuestas de becas a artistas e intelectuales. Esta red de evaluación y monitoreo representó, en considerable medida, la espina vertebral del naciente Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), emancipado de la Secretaría de Educación Pública y de la hasta entonces vigente Subsecretaría de Cultura. Con ello se divorciaría el organismo naciente de la apreciación y la iniciación artística de la educación básica.

Tovar y de Teresa. La cultura, su ámbito. Foto: Germán Canseco.

Intuyo que la cercanía de los intelectuales con la política ocurre de manera parecida con independencia de las latitudes del planeta. Única y exclusivamente como una curiosidad que muestra semejante “cohabitación”, vale la pena echar un vistazo de nuevo a una instantánea genial de Pedro Valtierra, donde se muestra el relajamiento cortesano. Al pasar de los años, varios de los retratados intentaron matizar y desestimar su presencia en la fotografía. Empero, se trata de un documento histórico. En condicional, ¿si tan poderosos personajes se muestran dispuestos a compartir el pan y la sal con el artífice de la versión más salvaje de nuestro capitalismo, qué podemos esperar de quienes carecen de fama, reconocimiento y blindaje? Dialogar y en su caso polemizar con el poder político es fundamental, pero aquí no se trata de eso, sino de un encuentro jovial y festivo.

Antes de la tormenta electoral, pero ya soplando fuerte los vientos del desmantelamiento del aparato estatal en medio de una crisis brutal, apreciamos al entonces secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, en convivio del Ateneo de Angangueo organizado por Iván Restrepo con la cómoda participación de Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Margo Su, Héctor Aguilar Camín, Gabriel García Márquez, Miguel Ángel Granados Chapa, Benjamín Wong Castañeda y León García Soler. Los comensales podrían ser otros, casi cualquiera, dada la casi genérica subordinación con los mandamases estatales o empresariales de artistas, científicos, periodistas, pensadores y un larguísimo etcétera. Estos contactos proliferarían en la época del impulsor del Tratado del Libre Comercio con América del Norte.

Ateneo de Angangueo. Foto: Especial.

A partir de la aparición del nuevo órgano rector de la cultura y las artes, sin fundamento ni motivación legal frente a los institutos nacionales, limitado a ser un cuestionable ente administrativo, su titular Víctor Flores Olea designó a Tovar y de Teresa primero coordinador de Asuntos Jurídicos (1989-1990) y después como coordinador de Asuntos Internacionales (1990-1991). También fue director general del Instituto Nacional de Bellas Artes (1991-1992) y presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (1992-2000), cargo que volvió a ocupar de 2012 a 2015. En 2015, al ser creada la Secretaría de Cultura, fue designado como el primer titular del ramo en México.

Los planteamientos de Víctor Flores Olea y de Rafael Tovar y de Teresa acerca de Conaculta guardan diferencias sustanciales. El presidente fundador mantenía una posición de transversalidad en los procesos de gestión cultural, aportando elementos de suma y complementariedad entre las visiones del INAH, desde la paleontología hasta el siglo XIX, y el INBAL, a partir del siglo XX, por ejemplo; evitando la duplicidad de estructuras y los conflictos de prelación jurídica; mientras que su sucesor se empeñaría en subordinar a los institutos nacionales y convertirlos en áreas bajo su mando, privilegiando la dimensión foránea de su difusión con grandes exposiciones del extranjero en México o de México en el extranjero. Una de las prioridades educativas, la formación de ciudadanos, dejó de fungir nuclearmente, dado que poco a poco el quehacer institucional se alejó de la filosofía de la SEP y sus compromisos (...).

De regreso a la formación y la investigación se aprecia también cómo se empalman los procesos del INBAL, el Imcine y los de Conaculta, a partir de la creación del Centro Nacional de las Artes (Cenart) en 1994 en 12 hectáreas. Se trata de una magna iniciativa de concentración de escuelas y centros de investigación antes descentralizados en la mancha urbana de la Ciudad de México. Es entendible la pretensión de que convivan estas instancias desde un punto de vista funcional y multidisciplinario; empero, el objetivo de fundar una convivencia y un ambiente creativos está todavía por verse (...).

Los ingentes recursos que ha dispuesto y consumido Conaculta y a partir del 11 de diciembre de 2015 la Secretaría de Cultura, como el caso enunciado del Cenart y otros tantos centros de gasto, bien podrían destinarse al fortalecimiento y modernización de las escuelas del INAH: Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM), destinadas a salvaguardar estructuralmente el patrimonio cultural de la nación, preservar y estudiar las señas de nuestra identidad cultural, y no frívolamente a tareas de relumbrón y circunstancia.

Imposible apuntar siquiera lo esencial en este breve repaso de tan intensa, longeva y polémica trayectoria como la de Rafael Tovar y de Teresa. Culto, de visión conservadora, ajeno a los tópicos indígenas y urbano-populares, y solvente estudioso y escritor marcado por la nostalgia y la melancolía de un pasado aristocratizante, baste recordar sus ensayos históricos “El último brindis de Don Porfirio” (2007), y “De la paz al olvido: Porfirio Díaz y el final de un mundo” (2015), y su novela “Paraíso es tu memoria” (2011).

En fin, prianista ubicuo que gozara del favor, además de los mencionados, de Ernesto Zedillo Ponce de León en Conaculta, de Vicente Fox Quesada como su embajador en Italia, de Felipe Calderón Hinojosa al presidir los festejos del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución (2007-2008) y de Enrique Peña Nieto al regresar a su casa Conaculta y lograr la creación de la Secretaría de Cultura el 11 de diciembre de 2015 por aprobación de la Cámara de Diputados.

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1 Para quien tenga interés en conocer el árbol genealógico de RTT se sugiere consultar: https://gw.geneanet.org/turandot1?lang=es&pz=luis&nz=nunez+gornes&p=rafael&n=tovar+de+teresa

* Escritor y doctor en Ciencias Políticas y Sociales (Guadalajara, 1960). Entre sus libros destacan “Diego de Velázquez y el poder palatino”, “La mirada del sujeto: Postulación de sentido y construcción de lo real”, La cárcel de la metáfora: Ensayos sobre América Latina y el Caribe”. Con Jorge González Aragón dirige la colección editorial Corpus urbanístico de México en archivos españoles.

 

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