Hace 35 años se fundó el PRD. Producto de la elección de 1988, de la ruptura en el PRI, pero también de la izquierda que se agrupaba en el PMS y en otras organizaciones con menor presencia, pero con historias de lucha social sostenidas a lo largo del tiempo.
EL PMS cedió su registro para la creación de la nueva organización, un gesto que dio viabilidad al proyecto y que mostró que la izquierda que provenía del PCM había comprendido que, para llegar al poder, en democracia, se requería de apertura.
El 5 de mayo de 1989 es una fecha importante, porque el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas pudo empalmar con la experiencia y la visión de políticos como Arnoldo Martínez Verdugo, Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, José Woldenberg, Eraclio Zepeda, Alejandro Encinas, Jesús Ortega Martínez, Rosario Robles, Graco Ramírez, Jesús Zambrano, Pablo Gómez, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, entre otros muchos.
En la actualidad, gran parte de los participantes de aquella fundación ya no tienen partido o se fueron a Morena, pero el perredismo resistió al imán que significa López Obrador para su militancia, entre otras cosas porque también fungió como dirigente nacional.
Son las tres décadas en las que podemos englobar el avance de reformas que consolidaron el sistema electoral, con autoridades independientes, un INE con prestigio y un TEPJF confiable.
El PRD acompañó y respaldó la creación de organismos autónomos como la CNDH y el INAI. Es más, buena parte del entramado institucional actual no se entendería sin la participación de una izquierda que se puede caracterizar de constructiva.
Es más, una parte nada despreciable de lo que quiere suprimir López Obrador, son proyectos en los que el PRD resultó central.
Tampoco es que todo fuera idílico. Para nada, la del PRD es también la crónica de alejamientos y rupturas que tuvieron que ver con liderazgos caudillistas, un riesgo que ya se apreciaba desde el Frente Democrático Nacional.
En la actualidad el PRD enfrenta uno de los desafíos mayores, el de su propia sobrevivencia. Algunas encuestas colocan la intención de voto en los márgenes del mantenimiento o la pérdida del registro. Un 3% que se calculará de acuerdo con la votación válida emitida.
Más allá de proyecciones fatalistas, es muy probable que el PRD supere la meta e inclusive que salga favorecido de alguna forma. Esto es así, porque su respaldo a la defensa de la legalidad y su suma al proyecto del Frente Amplio por México fue desde las primeras horas.
Los perredistas son claves en el esquema del relato progresista de la candidata de Fuerza y Corazón por México, Xóchilt Gálvez, quien inclusive contendió al senado por ese partido en el 2018, aunque luego se integró a la bancada del PAN.
El PRD puede atraer a votantes que consideran que la izquierda socialdemócrata merece no solo otra oportunidad, sino un respaldo que supondrá dotar de equilibrios a la próxima legislatura.
En ese empeño trabaja el propio Zambrano, Ángel Ávila y Miguel Ángel Mancera quien, sin ser militante, ha mantenido una línea coherente con su propia biografía política.
En todo caso, en el PRD tienen que hacer una apuesta fuerte, que jale votos para la coalición de la que forman parte, pero que al mismo tiempo signifique que la socialdemocracia estará presente en los próximos años, los que van a definir el futuro de la democracia misma.
Contacto:
Twitter: @jandradej
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México
Cortesía de Forbes.
Dejanos un comentario:
