El Programa Mundial de Alimentos (PMA) denunció este lunes la grave escasez de fondos humanitarios a escala mundial, que amenaza a millones de refugiados sudaneses que huyen de la guerra y buscan refugio en los países vecinos.
En una alerta, la agencia de la ONU advirtió que se enfrenta a tener que hacer “recortes drásticos” en la ayuda alimentaria vital, la cual puede “paralizarse” en la República Centroafricana, Egipto, Etiopía y Libia en los próximos meses a medida que se agoten los recursos.
El PMA señaló que la situación de muchos refugiados sudaneses ya es desesperada, más de dos años después de que estallara la guerra entre el ejército nacional de Sudán y los rebeldes paramilitares.
“En Uganda, muchos refugiados vulnerables sobreviven con menos de 500 calorías al día”, menos de una cuarta parte de las necesidades nutricionales diarias, ya que las nuevas llegadas ponen a prueba los sistemas de apoyo a los refugiados, declaró el PMA.
En Chad, que acoge a casi una cuarta parte de los cuatro millones de refugiados que huyeron de Sudán, las raciones alimentarias se reducirán en los próximos meses si no se reciben nuevas aportaciones.
Jóvenes vulnerables
Los niños son especialmente vulnerables a periodos prolongados de hambre y las tasas de malnutrición entre los jóvenes refugiados en los centros de acogida de Uganda y Sudán del Sur ya han superado los umbrales de emergencia. Según el PMA, los refugiados ya están gravemente desnutridos incluso antes de llegar a los países vecinos para recibir ayuda de emergencia.
“Se trata de una crisis regional en toda regla que se desarrolla en países que ya tienen niveles extremos de inseguridad alimentaria y altos niveles de conflicto”, declaró Shaun Hughes, coordinador de Emergencias del PMA para la Crisis Regional de Sudán.
“Millones de personas que han huido de Sudán dependen totalmente del apoyo del PMA, pero sin financiación adicional nos veremos obligados a hacer nuevos recortes en la ayuda alimentaria. Esto dejará a las familias vulnerables, y en particular a los niños, en un riesgo cada vez más grave de padecer hambre y malnutrición“.
Cortesía de Naciones Unidas.
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