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La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), alerta sobre la creciente emergencia humanitaria en el este de Chad, donde el número de personas refugiadas sudanesas se ha triplicado en poco más de dos años desde el inicio del “mortífero conflicto”, declaró en una rueda de prensa desde Ginebra el portavoz de ACNUR, Dossou Patrice Ahouansou.
Cuatro millones de personas han huido de Sudán hacia países vecinos desde el inicio de la guerra, que ahora alcanza su tercer año, “marcando un hito devastador en lo que es la crisis de desplazamiento más dañina del mundo”, dijo Ahouansou.
“Si el conflicto continúa, miles de personas más seguirán huyendo, poniendo en riesgo la estabilidad regional y global”.
“Estos civiles huyen aterrorizados, muchos en medio del fuego cruzado, atravesando puestos de control armados y haciendo frente a extorsión y estrictas restricciones impuestas por grupos armados”, señaló el portavoz de ACNUR.
1400 personas cruzan la frontera cada día
Desde abril de 2023, más de 844.000 refugiados sudaneses han cruzado a Chad. En poco más de dos años, la población refugiada en el país ha aumentado a más de 1,2 millones de personas, superando con creces el número recibido durante las dos décadas anteriores y ejerciendo una presión insostenible sobre la capacidad de respuesta de Chad.
Las llegadas más recientes comenzaron a finales de abril de 2025, tras los violentos ataques por parte de grupos armados en el norte de Darfur a principios de abril.
En poco más de un mes, 68.556 refugiados han llegado a las provincias de Wadi Fira y Ennedi Este en Chad, con un promedio de 1400 personas cruzando la frontera diariamente en los últimos días.
Relatos desgarradores de violencia y pérdida
Alrededor de 239.000 refugiados permanecen atrapados en la frontera, expuestos a las inclemencias meteorológicas, la inseguridad y el riesgo de sufrir más violencia.
Los equipos de protección de ACNUR han entrevistado a 6810 refugiados recién llegados desde finales de abril, que cuentan “relatos desgarradores de violencia y pérdida”, dijo Ahouansou.
Un alarmante 72% declaró haber sufrido graves violaciones de derechos humanos, incluyendo violencia física y sexual, detención arbitraria y reclutamiento forzado; y el 60% indicó haber sido separado de miembros de su familia.
66% de los niños están fuera del sistema educativo
En medio de esta emergencia de desplazamiento, también se está desarrollando una “devastadora crisis infantil”. Entre los niños y niñas en edad escolar, el 66% está actualmente fuera del sistema educativo.
“Entre los afectados se encuentra Hawa, una niña de siete años que huyó a Chad con su hermana mayor después de perder a su madre, padre y dos hermanos en un bombardeo en el campamento de Zamzam”, contó Ahouansou.
“Durante el ataque, Hawa sufrió graves heridas y una de sus piernas tuvo que ser amputada. Su historia es solo una entre muchas que reflejan el devastador impacto físico y psicológico de la guerra en curso sobre la población civil en Sudán”.
“Existe una necesidad urgente de ampliar la provisión de atención médica y apoyo en salud mental para abordar el sufrimiento inmediato y sentar las bases para la recuperación y la reconciliación”, continuo el portavoz.
Las vidas y el futuro de millones están en juego
“A pesar de los esfuerzos de los socios humanitarios y las autoridades locales, la respuesta de emergencia sigue sin financiación”, declaró Ahouansou.
ACNUR también subrayó la necesidad urgente de que la comunidad internacional actúe para poner fin a las graves violaciones de derechos humanos que se están sufriendo en Sudán.
“Esta es una crisis de humanidad, de seguridad y de infancia. Las vidas y futuros de millones de civiles inocentes, incluidos niños como Hawa, están en juego. Sin un aumento significativo en la financiación, no se puede proporcionar asistencia vital a la escala y velocidad requeridas”, concluyó Ahouansou.
Cortesía de Naciones Unidas.
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