Las agencias humanitarias que operan en la Franja de Gaza estiman que medio millón de personas han sido desplazadas o desarraigadas una vez más a partir de que se reiniciaran los bombardeos israelíes el pasado 18 de marzo.

“Esto se suma a los cientos de miles de personas desplazadas repetidamente antes del alto el fuego”, subrayó este miércoles el portavoz de la ONU en Nueva York en su encuentro habitual con la prensa.
Stephan Dujarric señaló que ya no hay tiendas de campaña disponibles para distribuir en Gaza, y citó que en la ciudad de Bani Suhaila, en la gobernación de Khan Younis, las familias desarraigadas recientemente recibieron solo una cantidad limitada de mantas y lonas impermeables.
La semana pasada, el personal de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) visitó los campamentos de desplazados en Khan Younis, donde encontró a la gente viviendo en refugios abarrotados sin alimentos, agua, ni medicamentos.
Los bombardeos continúan
Las hostilidades continúan teniendo consecuencias devastadoras para la población civil, causando nuevas muertes, desplazamientos y la destrucción de infraestructuras esenciales en toda la Franja, informó OCHA.
La desnutrición aguda va en aumento y la falta de recursos obligó a los organismos humanitarios a disminuir en dos tercios la cantidad de niños a los que se brindó alimentación suplementaria en marzo.
Además, las restricciones de acceso dificultan la capacidad de reabastecer los hospitales con suministros médicos, lo que pone en riesgo a más pacientes.
Dujarric destacó las dificultades cada vez mayores que enfrentan los trabajadores humanitarios para llevar a cabo su labor, empezando por la falta de suministros debida al cierre de los cruces para la entrada de ayuda.
“Nos encontramos en la séptima semana de esta situación y las operaciones militares se están expandiendo”, recalcó.
Persisten las restricciones y la inseguridad para las tareas humanitarias
Las autoridades israelíes siguen negando las misiones coordinadas y hoy solo se permitieron dos de los seis traslados humanitarios planificados, coordinados con las autoridades israelíes. Los cuatro restantes fueron denegados, incluyendo una misión para recuperar combustible de Rafah, que se necesita con urgencia en toda la Franja.
En este escenario de restricciones e inseguridad, las organizaciones de ayuda humanitaria siguen intentando asistir a los más vulnerables, subrayó el portavoz.
Cada día, los comedores comunitarios preparan más de un millón de comidas para las personas vulnerables en toda Gaza. Sin embargo, estas cantidades son insuficientes, ya que la mayoría de los 2,1 millones de habitantes de la zona dependen de la ayuda alimentaria para poder comer algo cada día.
El portavoz de la ONU cerró su información sobre Gaza recordando que el derecho internacional establece que los civiles -incluidos los trabajadores humanitarios y el personal médico, así como sus instalaciones-, deben ser respetados y protegidos, y sus necesidades esenciales deben ser atendidas.
Cortesía de Naciones Unidas.

Dejanos un comentario: