Como parte de la estrategia de protección y restauración del suelo verde de la capital, el Gobierno de la CDMX, a través de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), logró la recuperación de dos mil 425.5 metros cuadrados del Área de Valor Ambiental (AVA) Barranca Becerra Tepecuache, en Álvaro Obregón.
El operativo permitió el retiro de 15 construcciones irregulares levantadas en zona de alto riesgo y la remoción de 184 metros cúbicos de residuos, a fin de prevenir afectaciones al entorno natural y proteger la vida de quienes habitaban de manera informal en esa zona.
La acción fue resultado de un proceso previo de diálogo con las personas ocupantes, mediante la instalación de mesas informativas, notificaciones administrativas y la emisión de resoluciones ambientales conforme a derecho. Además del dictamen de riesgo expedido por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), se les brindó orientación sobre alternativas de vivienda digna.
Personal de la Sedema, junto con las secretarías de Gobierno, de Seguridad Ciudadana, de Obras y Servicios y de Vivienda, así como la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), y otras instancias, retiraron escombros y materiales como tabiques, madera, lonas y material ferroso.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, celebró el éxito del operativo a través de sus redes sociales, donde informó que se logró con saldo blanco gracias a la logística coordinada entre las dependencias participantes.
“La recuperación de espacios ambientales es fundamental para proteger la vida y la seguridad de todos y todas”, dijo.
Además, destacó el uso de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Agua Clara Santa Fe, operada por Segiagua, como base operativa del despliegue, lo que permitió optimizar recursos y reducir impactos logísticos en la zona.
La Sedema recordó que este tipo de acciones no sólo buscan frenar el deterioro ecológico, sino que también representan un acto de justicia territorial, al garantizar que los espacios verdes estén protegidos y disponibles para el bienestar colectivo, y no sean vulnerados por procesos de ocupación informal que ponen en riesgo a las comunidades.
MAAZ
Cortesía de El Heraldo de México.
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