CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Pese a la firma del acuerdo para poner fin al paro de labores, los trabajadores del Poder Judicial de la Ciudad de México mantienen cerrados los inmuebles de la institución porque buscan que el documento sea publicado en el Boletín Judicial y la Gaceta capitalina.

Esta mañana decenas de litigantes y usuarios acudieron a las diferentes oficinas de juzgados familiares, civiles, laborales y penales del Tribunal con la esperanza de continuar sus trámites que quedaron paralizados durante más de un mes.
Sin embargo, al intentar ingresar a los juzgados en diversas sedes, los asistentes y algunos trabajadores se encontraron con que los inmuebles están cerrados.
Daniel Morales, trabajador inconforme, explicó que algunos inmuebles mantienen el cierre de actividades porque el acuerdo que la semana pasada firmaron los representantes de los edificios con las autoridades capitalinas, no ha sido publicado en la Gaceta ni en el Boletín Judicial, lo que podría ocurrir mañana.
“Necesitamos que esos acuerdos salgan en el Boletín Judicial y las gacetas oficiales, hasta en tanto nosotros estaremos aquí”, dijo.
“Que quede claro que esto es de la base trabajadora porque ya está cansada de tantos engaños y atropellos”.
Hasta ahora, las áreas que ya están dando atención al público son Dirección general de servicios legales; Centro de justicia alternativa; Oficialía de partes; Instituto de Ciencias Forenses y Plaza Juárez, donde se encuentran los juzgados Familiares y juzgados civiles en Patriotismo.
En la Ciudad Judicial el consejero Andrés Linares intentó dialogar con los trabajadores para que dejen ingresar a sus compañeros que deseaban trabajar hoy, pero la petición fue rechazada.
Ante esto, algunos trabajadores intentaron ingresar por la fuerza al número 132 de avenida Niños Héroes, donde se encuentra la sede del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México, lo que provocó diversos jaloneos con quienes habían formado una valla humana para impedirles entrar.
El consejero Ricardo Amezcua salió a intentar calmar los ánimos, pero solo logró acrecentar el descontento de los trabajadores que impedían el ingreso a sus compañeros y recibió diversos gritos.
“El Consejo ya se va, el Consejo ya se va”, le decían.
“¡Ya cállate, no te queremos escuchar!”.
Luego de unos minutos la reja de dicho edificio fue cerrada en su totalidad, lo que provocó los aplausos y vítores de los trabajadores.
Cortesía de Proceso.

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