Obispos de México y Guatemala, pidieron desde Chiapas respeto y garantías para las personas migrantes que pasan por la frontera sur. El Obispo de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez, Bernabé Sagastume Lemus, Obispo de San Marcos Guatemala y José Francisco González Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, coincidieron que existe una criminalización de la migración.
Se reunieron e hicieron oración en el lugar donde fallecieron 56 migrantes en diciembre del 2021 en la carretera Chiapa de Corzo a Tuxtla Gutiérrez, ahí Bernabé Sagastume Lemus, Obispo de la Diócesis de San Marcos Guatemala señaló que la iglesia católica está preocupada ante la crisis migratoria ya que las necesidades son múltiples.
En el marco del Encuentro número 11 de obispos de la frontera México y Guatemala, señaló que hacen una reflexión de las nuevas políticas migratorias duras de Estados Unidos con relación a las personas deportadas. José Francisco González, Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, mencionó que cuando hay marginación, pobreza y codicia hace que otros sufran como los migrantes y más quienes han perdido la vida en busca de mejores condiciones de vida como fueron las personas que murieron en el fatal accidente en este lugar de Chiapa de Corzo.
Migración se debe a varias circunstancias
La migración es un fenómeno global que puede generar múltiples problemas sociales, económicos y humanitarios, tanto para los países de origen como para los de destino. Uno de los principales desafíos es la falta de protección y derechos para las personas migrantes, quienes a menudo enfrentan discriminación, explotación laboral, violencia y condiciones precarias durante su tránsito.
En muchas regiones, especialmente en fronteras como la de México y Centroamérica, los migrantes también son víctimas de tráfico de personas, corrupción y abusos por parte de autoridades o grupos criminales. Además, la aplicación de políticas migratorias restrictivas puede agravar la situación, al limitar el acceso a servicios básicos como salud, educación o refugio. Por otro lado, la migración también puede generar tensiones en las comunidades receptoras, si no existen mecanismos adecuados de integración. La falta de soluciones estructurales y cooperación internacional agrava una crisis que exige un enfoque humano y justo.
Fenómeno de migración es algo regular en Chiapas
La migración en Chiapas es un fenómeno constante y complejo, debido a su ubicación estratégica en la frontera sur de México, colindante con Guatemala. Este estado es uno de los principales puntos de entrada para miles de personas migrantes, principalmente provenientes de Centroamérica, pero también de países como Haití, Venezuela y otras naciones en crisis humanitaria.
Chiapas enfrenta un alto flujo migratorio debido a que muchas personas buscan escapar de la violencia, pobreza extrema, falta de empleo y crisis políticas en sus países de origen. Sin embargo, al llegar a territorio chiapaneco, los migrantes enfrentan grandes desafíos: falta de albergues suficientes, condiciones de salud precarias, exposición a redes de tráfico de personas, y en muchos casos, criminalización por parte de autoridades o sectores de la población.
Además, la militarización de la frontera, las detenciones masivas y las deportaciones exprés se han intensificado en los últimos años debido a la presión de Estados Unidos sobre México para contener la migración. Esto ha provocado hacinamiento en estaciones migratorias y violaciones a los derechos humanos.
A pesar de estas condiciones, organizaciones civiles, religiosas y humanitarias en Chiapas han trabajado para proteger los derechos de los migrantes, ofreciendo ayuda legal, atención médica y refugio. Sin embargo, el problema requiere soluciones estructurales y una coordinación regional que atienda las causas profundas de la migración.
Cortesía de El Heraldo de México.
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