CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Hugo Aguilar Ortiz presidirá la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de acuerdo con el conteo de votos que concluyó este jueves 5 de junio.
Con el 100% de actas computadas, el Instituto Nacional Electoral (INE) reportó que Aguilar obtuvo 6 millones 195 mil 612 votos, equivalente al 5.3094% del total.
Con base en los resultados virtuales, el abogado oaxaqueño encabezará el máximo tribunal, que ahora integrarán nueve miembros: cuatro hombres y cinco mujeres, elegidos por votación popular en las elecciones del 1 de junio, en las que participó el 13% de los casi 100 millones de electores registrados.
El INE informará los resultados oficiales en el Consejo General el 15 de junio, y asignará las constancias de mayoría a las candidaturas ganadoras.
Tras la resolución de impugnaciones, que tiene como fecha límite el 28 de agosto, Aguilar Ortiz recibirá su constancia que lo acredita como nuevo ministro de la Suprema Corte, y rendirá protesta ante el Senado el 1 de septiembre de 2025.
La reforma judicial indica que los ministros permanecerán en su cargo ocho y 11 años —hasta 2033 y 2036, respectivamente—, en función del número de votos obtenidos.
Para jueces y magistrados, se estableció un periodo de nueve años en el cargo, con la opción de una reelección consecutiva.
La presidencia de la Corte, que correspondería a Aguilar Ortiz, “se renovará cada dos años de manera rotatoria, en función del número de votos que obtenga cada candidatura en la elección respectiva, correspondiendo la presidencia a quienes alcancen mayor votación”, detalla la ley.
Esto quiere decir que, en 2027, Lenia Batres sucedería a Aguilar como cabeza del máximo tribunal, pues quedó en segundo lugar con 5 millones 802 mil votos, seguida del resto de las ministras alineadas a la 4T, Yasmín Esquivel, con 5 millones 310; Loreta Ortiz, con 5 millones 12 mil, y María Estela Ríos, con 4 millones 729 mil.
Presidencia de la Corte será para quien obtenga más votos
Durante una conferencia de prensa, el 3 de junio, la mandataria Claudia Sheinbaum afirmó que existe una regla en la Constitución que establece la paridad de género en la presidencia de la Corte, por lo que pidió esperar a que el INE analice quién ocupará dicho cargo.
Sin embargo, Guadalupe Taddei, presidenta consejera del INE, explicó que la presidencia de la Corte será para la candidatura con mayor número de votos, independientemente de que sea hombre o mujer:
“El artículo es muy claro, la asignación de cargos inicia con mujeres para dar oportunidad a que sean cinco las que integren (la Corte), pero eso no significa que en la presidencia esté establecido que también se inicie con una mujer”, afirmó.
Proceso revisó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reformada por Morena y aliados, donde no existe la regla de paridad aludida previamente por la mandataria federal.
De este modo, no hay impedimento para que Aguilar Ortiz sea el primer presidente de la Corte electo por voto popular, como insinuó Sheinbaum Pardo.
Hugo Aguilar: “Ya nos toca a los pueblos indígenas ocupar un espacio”
El candidato originario de Villa Guadalupe Victoria, en el municipio San Miguel el Grande, Oaxaca, es un abogado con experiencia en administración pública, que tiene por causa la defensa de los derechos de las comunidades indígenas.
“Ya nos toca a los pueblos indígenas ocupar un espacio importante en las instancias de toma de decisión de este país”, fue su lema de campaña.
Como activista, defendió los derechos de las comunidades originarias en la organización Servicios del Pueblo Mixe y participó en la elaboración de la Ley de Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas del Estado de Oaxaca, publicada en 1996, que a la fecha reconoce que de los 570 municipios que conforman la entidad, 417 se rigen por los sistemas normativos indígenas y 153 por el régimen de partidos políticos.
Sin embargo, defensores entrevistados por Proceso, como Joaquín Galván, señalaron que, si bien es cierto que el abogado mixteco es brillante, “la mayor parte de su vida ha operado para el Estado, sobre todo en la imposición de los megaproyectos, como el Corredor Interoceánico”.
La ruptura, dice, comenzó cuando entró como funcionario y operó a favor de los intereses del Estado y confrontando a los movimientos indígenas.
“Hugo fue el cerebro de las consultas del Tren Maya y del Interoceánico, que estuvieron marcadas por las denuncias de despojos violentos y Hugo sólo estaba sirviendo para legitimar el proceso de despojo para pueblos indígenas a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI)”, sostuvo Galván.
Cortesía de Proceso.
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