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La canícula es un fenómeno climático que se presenta en algunas regiones del país entre los meses de julio y agosto; se caracteriza por una disminución en las lluvias y el incremento de la temperatura. Durante este periodo, el termómetro puede llegar a superar los 37 grados centígrados en las zonas de mayor impacto.
Los récords de temperaturas más altas en la historia de México se han registrado durante la canícula en 2 ciudades del norte del país. El 6 de julio de 1966, la ciudad de San Luis Río Colorado, en Sonora, registró la temperatura más alta en la historia del país; ese día, el termómetro alcanzó los 52.5 grados centígrados.
La exposición constante al calor puede provocar desde sarpullido hasta casos graves de deshidratación y golpe de calor, que si no se atienden a la brevedad pueden ser mortales. Es por esta razón que las autoridades sugieren a la población tomar las previsiones necesarias para evitar que el calor extremo de la canícula tenga impactos negativos en la salud. A continuación te compartimos una serie de recomendaciones que te permitirán ponerte a salvo de las altas temperaturas.
Cómo protegerte del calor
Evita la exposición al sol, especialmente entre las 11:00 y 15:00 horas, el horario de mayor radiación. Elige las primeras horas del día para llevar a cabo actividades al aire libre.
Si te encuentras en casa:
- Procura mantener las ventanas abiertas por la mañana y por la noche, para permitir la ventilación.
- Para disminuir el calor en interiores, cubre con cortinas o persianas delgadas las ventanas que reciben la luz directa del sol .
- Coloca el ventilador cerca de una fuente de aire fresco para maximizar su efectividad.
- Mantente hidratado, bebe agua constantemente aunque no tengas sed.
Si estás fuera de casa:
- Ates de salir de casa, viste ropa ligera de colores claros y utilizar gorra, sombrero o sombrilla para protegerse del sol.
- Utiliza bloqueador solar
- Camina por espacios con sombra.
- Mantente constantemente hidratado.
Cómo hidratarte correctamente
Lo mejor para mantenerte hidratado es consumir de 6 a 8 vasos de agua simple durante el día. Si consumes café o té, procura que no sean más de 4 tazas al día, y si deseas consumir jugos de fruta, leche entera o bebidas deportivas, la cantidad permitida es de tan solo media taza, mientras que los refrescos y las aguas de sabor endulzadas con azúcar deben evitarse en todo momento, de acuerdo con la Secretaría de Salud de Zacatecas. El consumo de estas bebidas no debe sustituir la ingesta de agua simple.
Almacena y prepara correctamente los alimentos
Los casos de intoxicación por alimentos son muy comunes en la época de calor, por lo que almacenarlos correctamente y seguir las medidas de higiene adecuada para prepararlos es clave. De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) todos los productos alimenticios que estén por cumplir su tiempo de vida deben colocarse adelante en el refrigerador, en la parte más cercana a la puerta mientras que los más frescos deben ir en la parte de atrás, de tal manera que vas a consumir primero lo que está en frente.
Lavar con agua y jabón o desinfectar con cloro o plata coloidal las frutas y verduras que vayas a consumir; si vas a consumir pescados y mariscos, asegúrate de que estén bien cocidos o fritos. Antes de preparar los alimentos y antes de comerlos, lávate bien las manos y evita consumir alimentos en la vía pública.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?
Un golpe de calor es, según la definición de la Cruz Roja, el aumento de la temperatura del cuerpo debido a una exposición prolongada bajo el sol o por realizar actividades físicas en espacios calurosos o con poca ventilación. Bajo estas condiciones, el cuerpo pierda agua y sales que son esenciales para que funcione correctamente.
Las personas que experimentan un golpe de calor presentan estos síntomas:
- Sed intensa y sequedad en la boca.
- Temperatura mayor a 39º C (medida en la axila).
- Sudoración excesiva.
- Sensación de calor sofocante.
- Piel seca.
- Agotamiento, cansancio o debilidad.
- Mareos o desmayo.
- Vértigo.
- Calambres musculares.
- Agitación.
- Dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos.
- Dolores de cabeza (sensación de latido u opresión).
- Estado de confusión, desorientación, delirio o incluso coma o convulsiones.
Para prevenir un golpe de calor, la Secretaría de Salud recomienda permanecer en lugares frescos, a la sombra y ventilados, usar gorra o sombrero, así como lentes de sol, sombrilla y protector solar.
Cortesía de El Heraldo de México.
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