GUADALUPE Y CALVO, Chih., (apro).- En medio de episodios fuertes de violencia por la disputa del territorio, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo entregó títulos de propiedad de parte de su territorio, a la comunidad rarámuri de Mogótavo del municipio de Urique y a la comunidad ódami de Mesa Colorada, municipio de Guadalupe y Calvo, ubicados en la Sierra Tarahumara del estado de Chihuahua
El sábado 17 de mayo, Sheinbaum arribó en helicóptero a Baborigame, ubicado en el Triángulo Dorado en los límites con el estado de Sinaloa, y entre un fuerte dispositivo de seguridad con decenas de unidades del Ejército Mexicano, entre éstas tanquetas y unidades especiales; de la Guardia Nacional, así como de Seguridad Pública del Estado de Chihuahua y de la Fiscalía General del Estado.
Guadalupe y Calvo se ha convertido de nuevo, en la tierra del desplazamiento forzado por la lucha entre los carteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, en alianza con el brazo armado del cartel de Juárez, La Línea, cuyo principal negocio actualmente es la tala del bosque y otro tipo de extractivismo.
A unas cinco horas de Baborigame, en la cabecera de Guachochi, la noche del jueves otros dos grupos delictivos se enfrentaron en pleno centro, balearon viviendas, incendiaron un vehículo y atemorizaron a todo el pueblo.
El viernes 16, tiraron la señal telefónica y la de internet. Decenas de personas del gobierno federal y otras que se hospedaron el jueves en Guachochi para viajar al siguiente día al evento de Sheinbaum, fueron testigos de los hechos violentos.
El mismo día, alrededor de las 13:00 horas, continuó el enfrentamiento. En ese contexto llegó la presidenta a la Sierra Tarahumara, recibida con la danza de matachín, realizada por niñas de la Casa de la Niñez Tepehuán.
En el evento realizado el 17 de mayo, la titular del Ejecutivo federal firmó el Decreto que avala a Mesa Colorada, en el Rancho Las Agujas, como dueña de 502 hectáreas, en propiedad comunal tradicional, ya que se ubicaba en terrenos nacionales.
La otra comunidad que recibió el título de propiedad por 317 hectáreas fue Mogótavo, del pueblo rarámuri en el municipio de Urique.
Este logro lo obtuvieron a través del Programa de Atención a Conflictos Agrarios (PADCA), ya que por lo menos 12 empresarios han comprado ese territorio en fracciones, a pesar de que la comunidad ha habitado el lugar ancestralmente.
Esta es la segunda visita presidencial de Claudia Sheinbaum a la Sierra Tarahumara. La primera fue en diciembre, cuando restituyó parte de su territorio a las comunidades de Bosques San Elías Repechique en el municipio de Bocoyna y Guasachique, del municipio Balleza.
En entrevista, el gobernador de Mogótavo, Luis González Rivas, quien recibió el título de propiedad, dijo que se trata de un pequeño avance, porque la propietaria que vendió su parte para que el gobierno federal lo titule a nombre de la comunidad rarámuri, pareciera que lo hizo sólo por el dinero y no por reconocer realmente al pueblo indígena que ha habitado ahí durante décadas.
Enrique Parra, segundo gobernador de Mogótavo, opinó que la entrega de los títulos es una pequeña ganancia, “es un poco después de 45 años de lucha, de lograr lo que nos van a dar”. Sin embargo, dijo, aún falta que se les reconozca todo el territorio que han habitado, así como otros más en la Sierra Tarahumara.
José Ángel Rivas Vega, abogado ódami y habitante de la comunidad de Mesa Colorada, dijo en entrevista: “Estoy que no me la creo todavía, aunque yo sé que no se van a quedar conformes (los caciques), nos va a seguir dando lata. Conociendo a esas personas que están ahí, aún no me siento tan contento. Qué padre que estén reconociendo, pero creo que se tiene que atender todo el contexto porque para ellos (caciques) los papeles no cuentan, nos ven como inferiores a los indígenas”.
Agregó: “Legalmente, ya con el documento, se pueden usar otras estrategias legales para hacer valer nuestro territorio. Lo que tendría que pasar es que ya no haya impunidad. Lo que tendría que pasar es tener la respuesta de la autoridad. La comunidad se cansó de presentar denuncias, llegamos hasta 18 por despojo, desaparición, agresión, amenazas, robo de ganado y de todo ese tipo. De esas carpetas muchas prescribieron, muy pocas no. Son del fuero común y una del fuero federal por apertura de camino y cambio de uso de suelo. Ninguna autoridad nos dio ni informó resultados. El mismo Estado lo hace como estrategia para cansarnos”.
Durante el evento, un grupo de mujeres desplazadas, que han conformado el colectivo Odótame (ódami, tarahumaras, mestizas), le entregó una carta a la presidenta, para solicitarle que les garanticen los derechos básicos como vivienda, alimentos, trabajo, educación y salud digna, entre otros, ya que el Estado no puede garantizarles retornos seguros a sus territorios porque la violencia incrementa cada vez más.
El capitán general de la comunidad de Baborigame, Carlos Rivas Herrera, dio la bienvenida a la presidenta y que por primera vez un titular del Ejecutivo visita su tierra e hizo un llamado a atender el constante saqueo del bosque de la Sierra Tarahumara.
Rivas le pidió, a nombre de todos los pueblos indígenas de la Tarahumara, que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) les apoyen con programas de retención, cuidado y distribución de agua a nuestras familias.
Pidió además que mejoren los servicios de salud en Baborigame y en toda la sierra, con suficiente medicamento, médicos y enfermaras que hablen su idioma y respeten sus costumbres.
“Reiteramos la necesidad de una coordinación efectiva entre el gobierno federal y estatal, con la instalación de un hospital en esta localidad. Le solicitamos garantizar la educación primaria en los diferentes idiomas de los pueblos que vivimos en la sierra. No se aprende cuando no se entiende lo que se enseña”, agregó y pidió apoyo para las viviendas, mejoramiento de caminos y electrificación.
Esas y otras peticiones fueron el resultado de una reunión previa del Plan Justicia, en el que participan las autoridades tradicionales de las Sierra Tarahumara.
Con la presidenta llegaron a Baborigame los titulares de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Edna Elena Vega Rangel; de la Secretaría del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes; el director general del INPI, Adelfo Regino Montes; de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva Medina; de la CFE, Emilia Esther Calleja; el director general del IMSS, Zoé Robledo; el director general de Conagua, Efraín Morales Lopez; la subsecretaria de ordenamiento agrario e inventarios de la propiedad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Griselda Martínez Vázquez; el procurador agrario, Víctor Suárez Carrera; el coordinador general de Programas para el Bienestar, Carlos Torres Rosas y el director en jefe del Registro Agrario Nacional, así como la alcaldesa de Guadalupe y Calvo, Ana Laura González Arreola.
Sheinbaum destacó el paso que dieron con la entrega de títulos de propiedad y afirmó que continuarán con la entrega de a otras comunidades que lo han solicitado, una vez que terminen sus respectivos procesos.
La mandataria también informó que el 17 de mayo inició el programa de caminos artesanales, con 16 proyectos para la región y cada año realizarán más; pidió, además, a Emilia Calleja, directora de CFE, y a Adelfo Regino, director general del INPI que atiendan los problemas de electrificación que tienen todas las comunidades y que es una demanda fuerte en el Plan de Justicia.
“Viene también Zoé Robledo, director del IMSS, para que junto con el director del IMSS Bienestar cumplan con todas las solicitudes que les están haciendo para el acceso a la salud. Con el procurador agrario y Edna, vamos a seguir cumpliendo con la justicia territorial. Efraín Morales vino para resolver el problema dela acceso al agua y le encargo para que le diga a la secretaria de Semarnat, resolver la restauración de bosques en toda la Sierra Tarahumara y de esta zona”.
Reiteró que además de los programas del Bienestar que ya existen y que ahora son derechos constitucionales, este año implementarán el programa de Pensión Mujeres Bienestar, para aquellas que tengan entre 60 y 64 años; la Beca universal para niñas y niños que van a la escuela pública y el programa Salud Casa por Casa.
Sobre el último programa, en Baborigame propuso la creación de escuelas de enfermería para que esta capacitación sea parte de todo el ciclo de educación media superior, de tal forma que en tres años, la comunidad tenga enfermeros y enfermeras de su propio pueblo y que hablen el idioma.
Nuestras solicitudes de apoyo ante violencia fueron desatentidas: alcalde de Guachochi
Mientras se desarrollaba el evento, el alcalde de Guachochi, José Miguel Yáñez Ronquillo, lanzó una carta dirigida a la presidencia, a través de redes sociales, en la que señaló la situación de la entidad ante los grupos delictivos.
Ronquillo destacó la importancia de esa entidad para los grupos delictivos, debido a su centralidad, por lo que ha realizado trabajo preventivo, como: inversión en deporte, desarrollo urbano, promoción turística y organización comunitaria, hemos sostenido una convivencia armónica.
Asimismo, apuntó que han equipado a la policía, adquirido patrullas, capacitado a personal de seguridad, entre otras medidas, sin embargo, la violencia continúa, en particular se refirió a los hechos del 16 y 17 del presente mes, y Ronquillo denunció que sus peticiones de apoyo han quedado desantendidas.
“Presidenta, el temor que usted pudo haber sentido al visitar la Sierra Tarahumara, lo sentimos aquí todos los días. La diferencia es que nuestras familias no tienen a su disposición 200 elementos de seguridad, ni helicópteros, ni operativos de bajo perfil. Y sin embargo, con lo poco que tenemos, hacemos mucho”.
El edil señaló el recorte de recursos, por parte del gobierno de Sheinbaum, dirigido a los estados y municipios, “limitando aún más nuestras capacidades para actuar”. “La tranquilidad de los mexicanos no puede ni debe ser objeto de revanchas presupuestarias”, escribió.
“Entonces, ¿cómo entender el discurso que habla de reducción de índices delictivos y disminución de asesinatos, cuando el miedo crece en nuestras calles? ¿No le parece una contradicción decir que hay paz cuando el respaldo institucional se ausenta justo cuando más se necesita?”
Ronquillo finalizó su misiva con un “llamado sincero” a integrar un “Plan de Tranquilidad, Paz y Crecimiento”, acompañado del incremento de fuerzas federales, por instrucción de Sheinbaum.
Cortesía de Proceso.
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