En el marco del Día del Trabajo, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar dirigió un mensaje especial al magisterio chiapaneco, en el que anunció la firma de abrogación del decreto que limitaba sus créditos en el Fondo de Ahorro y Beneficio Social (Fabes), así como en las cajas de ahorro, por lo que a partir de hoy este derecho queda plenamente garantizado.
A través de un video publicado en sus redes sociales, el mandatario también dio a conocer que la bilateralidad en Chiapas será una realidad, ya que se van a generar comisiones mixtas que funcionarán con absoluta transparencia.
Otro anuncio relevante fue la reincorporación de las y los docentes que, años atrás, se vieron obligados a cesar sus labores debido a las condiciones de inseguridad y violencia que prevalecían, particularmente en la región Sierra. Tras revisar sus casos, dijo, se ha determinado su regreso al sistema educativo.
Gobernador enfatizó que se trabaja en favor del magisterio
Eduardo Ramírez afirmó que con estas decisiones se da respuesta a las principales demandas del sector, reiterando que este es un gobierno humanista, responsable y cercano a la gente. “Chiapas tiene a un pueblo organizado que camina junto al gobierno”, concluyó.
Cabe destacar que el magisterio es fundamental porque forma a las futuras generaciones, transmitiendo conocimientos, valores y habilidades esenciales para el desarrollo personal y social. Los maestros no solo enseñan contenidos académicos, sino que también inspiran, orientan y modelan conductas positivas.
Un magisterio fuerte y bien preparado contribuye a mejorar la calidad educativa, reducir la desigualdad y fomentar la participación ciudadana. Además, es clave para impulsar el pensamiento crítico y la formación de ciudadanos conscientes y responsables. Sin un magisterio comprometido, el progreso de una sociedad se ve limitado, ya que la educación es la base del desarrollo humano y colectivo.
¿Cuáles los principales problemas educativos de Chiapas?
Chiapas enfrenta graves problemas educativos que afectan especialmente a las comunidades rurales e indígenas. Uno de los más relevantes es el rezago educativo, con altos niveles de analfabetismo y abandono escolar. Muchos niños y jóvenes no concluyen la educación básica, y en zonas remotas el acceso a la escuela es limitado.
La falta de infraestructura es otro reto: más del 50% de las escuelas carecen de servicios básicos como agua potable, electricidad y baños en condiciones adecuadas. Además, muchas instituciones funcionan con mobiliario deteriorado o aulas improvisadas.
La desigualdad social y la pobreza también impactan negativamente. En municipios como Amatán, gran parte de la población vive en condiciones de pobreza extrema, lo que obliga a muchos estudiantes a dejar la escuela para trabajar o ayudar en casa. A esto se suma la discriminación hacia estudiantes indígenas, cuya lengua y cultura no siempre son respetadas en el sistema educativo, provocando desmotivación y exclusión.
Finalmente, la pandemia de COVID-19 agravó estos problemas, al imponer una educación a distancia para la cual muchas comunidades no estaban preparadas por la falta de internet o tecnología. Estos factores limitan el acceso a una educación de calidad y requieren atención urgente con políticas integrales e incluyentes.
Cortesía de El Heraldo de México.
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