CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El pasado 1º de junio, más de las dos terceras partes de las personas que acudieron a las urnas en Guerrero, Chiapas, Tabasco, Puebla, Yucatán, Oaxaca y Campeche votaron por los 9 candidatos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que aparecieron en los “acordeones” distribuidos antes de las elecciones o tuvieron votos nulos; en Guanajuato, Jalisco, Baja California, Nuevo León y Querétaro, en contraste, más de la mitad de los votantes anotaron números que correspondían a los otros 55 candidatos.
Las entidades donde el Instituto Nacional Electoral (INE) observó la mayor coincidencia con los “acordeones” son gobernadas por Morena, mientras que las de menor coincidencia –a excepción de Baja California– tienen gobiernos de oposición. A nivel nacional, los 9 candidatos del acordeón, junto con los votos nulos o los recuadros no utilizados, acapararon el 58% de votos.
Una revisión realizada por Proceso en la base de datos de los cómputos distritales de la elección de la SCJN –los únicos que estaban concluidos al 100% en la noche de este jueves, aunque con dos días de retraso–, ofrece un mapeo de las regiones donde se registraron las mayores tasas de participación, las mayores cantidades de votos anulados, y las mayores coincidencias de votos con el “acordeón” ganador, cuya elaboración y reparto fueron atribuidos a Morena.
En nueve distritos –Cárdenas, Tabasco; Tlapa de Comonfort, Guerrero; Villaflores, Chiapas; Ometepec, Guerrero; Macuspana, Tabasco; Cuautlilulco, Puebla; Ajalpan, Puebla; Ciudad Altamirano, Guerrero; Valladolid, Yucatán; Tonalá, Chiapas–, los datos dejan poca duda respecto a una operación electoral: ahí, los nueve candidatos del acordeón ganador acapararon más del 80% de las boletas contabilizadas por el INE, es decir, las que estuvieron marcadas por su número, más los votos nulos y los recuadros no llenados.
Todos los candidatos del “acordeón” ganador pertenecen a la llamada Cuarta Transformación: Lenia Batres Guadarrama, Yasmin Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf guardarán los asientos que el expresidente Andrés Manuel López Obrador les dio en la SCJN, mientras que Hugo Aguilar Ortiz, María Estela Ríos González, Giovanni Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo, Rodrigo Guerrero García y Sara Irene Herrerías Guerra fueron seleccionados por el Comité de Selección del Poder Ejecutivo.
En contraste, en 11 distritos, los 9 candidatos ganadores, junto con votos nulos y recuadros no llenados, obtuvieron menos del 45% de votos: dos en Jalisco –Santa María Tequepexpan y Nuevo México–, dos en el Estado de México –Cuautitlán Izcalli y Adolfo López Mateos–, una en la Ciudad de México –la alcaldía Benito Juárez–, una en Baja California –Tijuana–, dos en Querétaro –Pedro Escobedo y Santiago de Querétaro–, y otros tres en Nuevo León: Guadalupe, San Nicolás de los Garza y Apodaca.
En las elecciones del domingo pasado sucedieron un sinfín de irregularidades en Villaflores, Chiapas: en ese municipio, gobernado por Mariano Rosales Zuart, del PVEM, algunos paquetes de boletas venían ya marcadas con números de candidatos, personas aparecieron en el listado nominal sin haber votado, algunas casillas no pudieron instalarse… y por si fuera poco, más de 160 paquetes electorales tardaron en llegar a la sede distrital de manera inexplicable, lo que atrasó dos días el cómputo de votos de la SCJN.
En las bases de datos del INE, las irregularidades que ocurrieron en Villaflores se traducen en anomalías estadísticas: aparece como el distrito con la mayor tasa de participación de todo el país –41.73%–, la menor cantidad de votos nulos o de recuadros dejados vacíos en las boletas –apenas 5.54%–, así como unos de los mejores resultados para los candidatos del “acordeón”, quienes obtuvieron ocho de cada diez votos.
Otros municipios reportaron tasas de participación muy superiores al promedio nacional, que rondó los 13%. En Bochil, Chiapas, así como San Pedro, Monclova y Ramos Arizpe, en Coahuila –tres municipios gobernados por el PRI–, más de 26% del padrón electoral acudió a las urnas. De hecho, Coahuila resultó la entidad con la mayor proporción de votantes: uno de cada cuatro coahuilenses salió a votar el domingo.
En 23 distritos se registró una participación mayor al 20%, principalmente en Veracruz y Coahuila; en contraste, en 61 distritos se registraron tasas de abstención superiores a 90%, sobre todo en Jalisco, Guanajuato y Nuevo León, pero también en Baja California y en Sonora, entidad gobernada por Alfonso Durazo Montaño, quien es presidente del Consejo Nacional de Morena.
De acuerdo con los datos del INE, 42 distritos reportaron tasas de votos nulos y recuadros no llenados superiores al 30%, con el máximo registrado en Tamazunchale, San Luis Potosí, donde los votos anulados sumaron 49.5%.
En el otro lado de la lista se observa que en 32 distritos se registró menos de 15% de votos nulos o con espacios vacíos: los primeros cuatro se encuentran en Chiapas –en Villaflores, Comitán, Bochil y Tonalá–, una entidad donde apenas un 13.72% de los votos fueron nulos o no llenados.
El tema de los acordeones y la coincidencia con los resultados de la elección a la SCJN han sido señalados por las voces críticas como muestra de una operación electoral realizada por Morena para hacerse del Poder Judicial de la Federación (PJF), y ha agravado la escisión al interior del INE entre el bloque encabezado por la presidenta Guadalupe Taddei Zavala –identificado por su cercanía con el oficialismo– y el grupo de consejeros disidentes.
El pasado 29 de mayo, a tres días de las elecciones, Consejo General del INE emitió medidas cautelares e hizo un llamado público a cesar el reparto de acordeones, con la intención de “inhibir” la coacción del voto. Ese día, los consejeros disidentes expresaron con palabras duras su repudio hacia el uso faccioso de los acordeones y sus efectos nefastos sobre la democracia.
Sin embargo, a partir del día siguiente, Guadalupe Taddei Zavala y Mónica Aralí Soto Fregoso, la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), insistieron en que la medida cautelar solo aplicaba para los acordeones distribuidos por partidos políticos o servidores públicos, pero que los ciudadanos podrían acudir a las casillas con listas de números de candidatos para quien votar.
Fuentes al interior del INE deploran que, a lo largo del proceso electoral, Taddei ha actuado sin consultar a todas las consejerías, especialmente a las disidentes. Así, en la noche de la elección, Taddei anunció la estimación de la participación sin avisar a todos sus colegas –quienes seguían en el INE–, y el 3 de junio ofreció una conferencia de prensa donde dio a conocer los resultados preliminares de los cómputos distritales de la elección en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dando por ganador a Hugo Aguilar Ortiz.
Esa conferencia provocó molestia entre las consejerías críticas: Taddei se había puesto en apuros, pues había asegurado que los cómputos distritales de la SCJN terminarían “sí o sí” el 3 de junio; sin embargo, cuando se presentó ante la prensa, faltaba el 9% de las boletas por computar, y si bien dijo que se trataba de cifras preliminares, los medios las tomaron como definitivas.
Cortesía de Proceso.
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