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13 de Mayo de 1942. Cerca de Florida, Estados Unidos, el buque petrolero mexicano Potrero del Llano navegaba tranquilo cuando un estallido repentino acabó con la calma. Un torpedo disparado desde un submarino alemán lo había golpeado con toda la intención de hundirlo.
Unas horas después del ataque a la embarcación que navegaba plenamente identificada con bandera de México y el nombre del país tanto a babor como a estribor, los alemanes lograron su objetivo: 14 marinos murieron y el buque se hundió en las profundidades del océano.
El 20 de mayo otro buque petrolero mexicano, Faja de Oro, fue atacado, de nuevo por un submarino alemán, cerca de las costas de Cuba. Estos dos ataques motivaron al país a tomar parte activa en la Segunda Guerra Mundial.
El ataque a Pearl Harbour motivó a México a definir su postura política
Hasta unos meses antes de este ataque, México había mantenido un papel neutral en la Segunda Guerra Mundial, el conflicto internacional que mantenía enfrentados a los países del Eje (Alemania, Italia y Japón) con los Aliados (Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la Unión Soviética).
Sin embargo, tras el ataque de Japón a la base naval estadounidense de Pearl Harbour, el 7 de diciembre de 1941, México tuvo definió su postura política ante el mundo; ese mismo día el gobierno mexicano rompió relaciones con Japón y el 11 de diciembre con Alemania.
México declara la guerra a las potencias del Eje
Estos acontecimientos motivaron al presidente Manuel Ávila Camacho a solicitar al Congreso de la Unión declarar el estado de Guerra, debido a los ataques a las embarcaciones mexicanas y otras acciones hostiles por parte de los países del Eje, así como la postura antifascista del país.
Fue así como el 28 de mayo de 1942 la Cámara de Diputados aprobó de manera unánime el decreto mediante el cual se estableció que desde el día 22 de mayo de 1942, los Estados Unidos Mexicanos se encontraban en estado de guerra.
El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación, fundamentó la participación directa de las tropas mexicanas en el conflicto bélico internacional, a través del Escuadrón 201, cuya intervención fue autorizada por la Cámara de Senadores el día 29 de diciembre de 1944. El 27 de marzo de 1945, las aeronaves mexicanas partieron del puerto de San Francisco a combatir al ejército japonés.
El Escuadrón 201 vuelve a México
Cinco pilotos mexicanos del Escuadrón 201 perdieron la vida durante las acciones en el frente de guerra: el Capitán 2° Pablo Luis Rivas Martínez; los tenientes José Espinosa Fuentes y Héctor Espinosa Galván, y los subtenientes Fausto Vega Santander y Mario López Portillo.
El 25 de septiembre de 1945, los miembros de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana develaron en Manila, Filipinas, un monumento a sus compañeros caídos. El 12 de octubre, entregaron sus aviones al Grupo de Servicios Aéreos 45 e iniciaron los preparativos para el regreso a México.
Cortesía de El Heraldo de México.
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