Tras la deportación de decenas de personas entre ellos mexicanos de Estados Unidos por las políticas de Donald Trump, en Chiapas se implementan diversas estrategias para su integración al mercado laboral y el impulso de proyectos productivos y su integración al mercado laboral.
Pablo Aguilar, director del Trabajo y Producción Social en Chiapas, informó que se han reforzado las acciones de apoyo a migrantes, principalmente chiapanecos repatriados y han recibido a más de 200 migrantes en las últimas semanas varios de ellos ya colocados:
Los migrantes han encontrado oportunidades principalmente en sectores como la hotelería, supermercados y el trabajo agrícola, cabe destacar que las oportunidades laborales se presentan como una alternativa para obtener recursos y así no sólo solventar los gastos relacionados con la migración de todas estas personas, si no también para poder comprar comida, ropa y en algunos casos pagar por la renta de un techo.
Otros más han optado por el emprendimiento.
El programa de inserción laboral se ha enfocado en municipios con mayor afluencia migrante como Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y Comitán. En coordinación con instancias federales, también se brinda acompañamiento a migrantes centroamericanos con documentación regular, facilitando su acceso a empleos formales.
La Secretaría del Trabajo también intensificó las inspecciones en empresas para garantizar que se respeten los derechos laborales. En menos de un mes, se han realizado 50 inspecciones en ciudades como Tuxtla, Comitán y próximamente Tapachula. En caso de incumplimientos, las sanciones van desde 50 mil pesos en adelante, dependiendo del número de faltas detectadas.
¿Cuáles son los retos que enfrentan las personas deportadas?
Las personas deportadas enfrentan grandes retos al regresar a su país, especialmente al reinsertarse en el mercado laboral. Sin embargo, existen diversas opciones de trabajo y programas de apoyo para facilitar su reintegración. Muchos deportados tienen experiencia en oficios adquiridos en el extranjero, como construcción, cocina, jardinería, carpintería o mantenimiento, lo que les permite conseguir empleo en esos sectores. Además, su dominio del inglés es una ventaja en call centers, turismo o servicios de atención al cliente.
Algunos optan por emprender negocios propios, como venta de comida, reparación de celulares, barbería o transporte, aprovechando habilidades aprendidas en Estados Unidos. Existen también programas gubernamentales y organizaciones civiles que ofrecen capacitación, asesoría legal, vinculación laboral y apoyo emocional. En México, el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Secretaría del Trabajo brindan orientación para conseguir empleo o iniciar un negocio.
Otras organizaciones como Otros Dreams en Acción y Casa Refugiados ayudan a migrantes retornados con talleres, becas y acompañamiento. También existen plataformas digitales donde se pueden ofrecer servicios de manera independiente, como trabajos freelance o clases de inglés. La reintegración es un proceso complejo, pero con apoyo adecuado, es posible reconstruir una vida laboral estable y digna.
Cortesía de El Heraldo de México.
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