Un trágico accidente cobró la vida de un menor de dos años en el estado Piedras Negras, Coahuila, luego de que ingiriera accidentalmente un químico corrosivo utilizado para la limpieza de aires acondicionados, generando controversia en la comunidad del estado por la situación.
Los hechos ocurrieron la noche del miércoles 2 de julio en una vivienda ubicada en la colonia Ramón Bravo ya que de acuerdo con las autoridades, el niño tuvo acceso al producto mientras se encontraba en su domicilio y, sin supervisión, lo ingirió de manera peligrosa.
El padre del menor, quien se dedica al mantenimiento de equipos de aire acondicionado, presuntamente tenía el ácido en casa como parte de su equipo de trabajo. Tras percatarse de la situación, los familiares del pequeño lo trasladaron de urgencia a la clínica número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde fue atendido por personal médico.
¿Qué pasó con el bebé de dos años que murió por ingerir ácido?
Sin embargo, pese a los esfuerzos por salvarlo, el menor de dos años falleció la mañana del jueves 3 de julio alrededor de las 7:00 horas así la información fue confirmada por Rigoberto Rodríguez Ríos, delegado de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la región norte en una terrible mañana.
Ante lo ocurrido, la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF) inició una investigación para determinar si existió algún tipo de negligencia por parte de los padres o tutores del infante, pues el bebe ingiere el ácido al estar sin supervisión de alguno de ellos lo que le quitó la vida.
El caso ha generado consternación entre los habitantes de la comunidad de Coahuila pues al tiempo que las autoridades reiteran el llamado a mantener productos peligrosos fuera del alcance de los menores para prevenir tragedias similares, el menor falleció aun cuando fue llevado de emergencia a urgencias.
¿Qué pasa si consumes ácido?
Consumir ácido, especialmente aquellos de uso industrial o doméstico como los utilizados para limpiar metales, desatascar tuberías o aires acondicionados, representa un grave peligro para la salud y puede ser mortal pues al ingresar al organismo, estos químicos causan quemaduras severas en la boca, garganta, esófago y estómago, provocando un dolor intenso, dificultad para respirar y tragar, vómito con sangre e incluso perforaciones en los órganos internos.
Si la persona sobrevive, las secuelas pueden ser permanentes, incluyendo cicatrices internas, estrechamiento del esófago, dificultad para alimentarse y un aumento en el riesgo de cáncer esofágico pues es importante no provocar el vómito ni administrar líquidos sin indicación médica, ya que esto puede empeorar la situación.
Cortesía de El Heraldo de México.

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