CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- La comunidad Nuevo Caracol en la sierra de Guerrero fue atacada de nuevo con bombas lanzadas desde drones y disparos de armas de fuego.

El Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia “Minerva Bello” pidió por tercera ocasión a autoridades federales y estatales intervenir para proteger a la población.

En un comunicado, el organismo recordó que desde el 3 de mayo pasado la mitad de la población se desplazó a Tlacotepec para resguardarse, pero regresó el 19 de mayo a reinstalarse sin condiciones de seguridad.

Autoridades estatales y corporaciones acudieron a la población el 26 de mayo para ofrecer seguridad pero tres semanas después, el 15 de agosto, se registró un nuevo ataque con bombas molotov.

De acuerdo a pobladores, la agresión de este sábado inició al mediodía y continuaba hasta las 6 de la tarde en las afueras de la localidad.

Hubo daños materiales a las casas y un cable de alta tensión cayó.

La población continúa sin servicios de salud y de educación. El ciclo escolar está en riesgo de cancelarse porque maestros se niegan a trasladarse ante la inseguridad de la zona.

Hasta el momento, ni una autoridad educativa ni la gobernadora Evelyn Salgado se ha pronunciado al respecto.

La población Nuevo Caracol se encuentra en medio de una lucha por el control de la zona de los grupos criminales Los Tlacos y La Familia Michoacana.