El cardenal Robert Prevost, misionero agustino nacido en Chicago y naturalizado peruano, fue elegido como el nuevo papa, tomando el nombre de León XIV. Es el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia católica. Con una trayectoria marcada por su labor pastoral en Perú y su papel clave en el Vaticano, su elección refleja continuidad con el legado social de Francisco.
Al respecto, Alberto Barranco, embajador de México ante la Santa Sede, ofreció una primera lectura sobre el significado del nuevo pontificado de León XIV, nombre adoptado por el cardenal Robert Prevost, en donde enfatizó la rapidez de su elección, opinó el diplomático, refleja un consenso inusual dentro del Colegio Cardenalicio.
El hecho de que la elección se haya hecho rápidamente implica que hubo consenso, y ese consenso lo aglutina un hombre de conciliación”, destacó Alberto Barranco en entrevista con Adriana Delgado para el programa de El Dedo en la Llaga, en Heraldo Radio.
A su juicio, León XIV logró unir a “tirios y troyanos” una metáfora para referirse a las alas conservadoras y progresistas de la Iglesia gracias a su perfil moderado, dialogante y cuidadoso.
León XIV, un pontífice tradicional
Sin embargo, el nuevo papa también mostró ya una faceta más tradicionalista, especialmente en lo litúrgico. Alberto Barranco señaló que utilizó ornamentos que habían sido descartados por su antecesor, el Papa Francisco, lo que indica un posible regreso a formas más conservadoras en ese terreno.
Es un hombre conservador en lo litúrgico, pero con una visión del mundo profundamente preocupada por los grandes problemas actuales como la pobreza y la migración”, aseguró Alberto Barranco.
Uno de los gestos más simbólicos del nuevo pontífice fue su elección del nombre León XIV, en aparente referencia al legado de León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum, que dio origen a la doctrina social de la Iglesia. “Eso nos da una idea de que, como el Papa Francisco, León XIV también estará enfocado en lo que ocurre en el mundo”, agregó el embajador.
alberto Barranco también destacó la trayectoria del nuevo Papa, quien aunque nació en Estados Unidos, desarrolló buena parte de su carrera eclesiástica en Perú, donde fue obispo de Chiclayo, una diócesis caracterizada por su alta marginación.
Es un latinoamericano en el fondo, conoce perfectamente la realidad de América Latina y eso lo conecta con su papel como presidente de la Comisión Pontificia para América Latina”, apuntó Alberto Barranco.
En cuanto a su posicionamiento político, el embajador reconoció que León XIV ha expresado posturas conservadoras en temas como el aborto o la inclusión de la comunidad LGBT en asuntos eclesiásticos. No obstante, también ha mostrado una apertura al diálogo con todas las corrientes dentro y fuera de la Iglesia. “Es crítico del trompismo, pero puede dialogar con los tradicionalistas, con los liberales, con todos”, subrayó.
Finalmente, Barranco recalcó que la elección de un papa con estas características puede traer estabilidad interna a la Iglesia Católica. “Cuando los obispos están unidos, cuando la Iglesia está unida, es más fuerte”, concluyó Alberto Barranco.
Cortesía de El Heraldo de México.
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