CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La propuesta legislativa de los republicanos en Estados Unidos, de imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas al exterior, afectará directamente al combate al lavado de dinero y al financiamiento del terrorismo, dos banderas que el presidente Donald Trump ha colocado al centro de su discurso en su regreso a la Casa Blanca.
En medio del avance del proyecto dentro del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, la Asociación FinTech México, que agrupa a las empresas tecnológicas financieras en México, rechazó “categóricamente la propuesta legislativa”.
“La Asociación FinTech México alerta a los legisladores estadounidenses de los efectos negativos que un impuesto a las remesas podría tener sobre el mercado de consumo, el sistema financiero, así como sobre la innovación y la adopción de los pagos digitales”, se lee en el documento.
La agrupación enlistó los riesgos más graves de esta medida, y advirtió que el principal impacto recaerá en la estrategia contra el lavado de dinero. “Ya que el uso de canales informales genera opacidad y dificulta el rastreo de recursos por parte de gobiernos de todos los niveles; se ven afectados los esfuerzos de combate al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, así como la formulación de políticas públicas basadas en datos”.
Al mismo tiempo, se prevé que muchos usuarios buscarán salidas por fuera del sistema financiero formal. “Este encarecimiento obligará a muchas personas a buscar alternativas a través de canales informales o basados en efectivo. Esto afectará a los proveedores y pondrá en riesgo a los usuarios, exponiéndose a prácticas injustas, fugas de datos y criminalidad”.
También encarecerá las remesas que millones de migrantes envían a sus familias en América Latina.
“Se trata de una medida profundamente regresiva que penaliza desproporcionadamente a quienes menos tienen. Al reducir su ingreso disponible, estas familias consumirán menos y verán limitada su capacidad de ahorro”, enumera el posicionamiento.
Otro punto crítico, destacó, es la creación de una figura de “proveedor autorizado”, la cual “disminuirá la competencia e impondrá nuevas barreras de entrada. Esto podría provocar un incremento adicional en las tarifas para los usuarios finales, independientemente de su nacionalidad”.
“Imponer un impuesto a las remesas reduce el volumen de operaciones y desincentiva la inversión en soluciones tecnológicas como billeteras móviles, pagos digitales con criptoactivos estables (stablecoins) y plataformas blockchain que hoy están transformando la manera en que se envía dinero entre países. Esta medida representa un golpe directo al desarrollo de herramientas más seguras, eficientes y económicas”.
Por su parte, la Dirección de Estudios Económicos de Banamex se mostró menos pesimista. En su análisis diario, la institución financiera estimó que el impacto sería marginal.
“Estimamos que el menor ingreso de estos recursos equivaldría a 0.1% del PIB, con impactos limitados para la economía y el consumo. En este año, el efecto sería más que compensado por el aumento de las remesas en pesos reales, el mayor en cuatro años”.
Trump y otro golpe más a los migrantes
El pasado 12 de mayo, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentó diversas disposiciones hacendarias dentro del paquete legislativo denominado “One, Big, Beautiful Bill”, una de las apuestas económicas centrales del presidente Donald Trump.
Entre sus propuestas, se incluye un gravamen del 5% a todas las transferencias realizadas hacia el exterior que puedan ser consideradas remesas.
En caso de ser aprobada, la retención de ese impuesto recaería en los propios proveedores del servicio, quienes deberán remitir esos recursos directamente al Departamento del Tesoro.
Cortesía de Proceso.
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