ATLANTA (AP).- João Neves anotó un par de goles para el Paris Saint-Germain y el mejor equipo del mundo abrumó a uno de los mejores jugadores del deporte, avergonzando a Lionel Messi y al Inter Miami 4-0 en los octavos de final del Mundial de Clubes el domingo.
Con Messi enfrentándose al equipo en el que pasó dos temporadas antes de pasar a la Major League Soccer en el ocaso de su estelar carrera, los campeones europeos borraron rápidamente las esperanzas de los Herons de lograr una sorpresa monumental ante una multitud de 65 mil 574 personas en el Mercedes-Benz Stadium en Atlanta.
Neves marcó su primer gol a los seis minutos de partido, rematando de cabeza un tiro libre en el segundo palo. El centrocampista portugués añadió otro en el minuto 39 antes de que el Inter Miami se desmoronara por completo en los últimos compases de la primera parte, encajando un autogol y observando con impotencia cómo Achraf Hakimi anotó otro en el tiempo añadido, enviando al PSG a los vestuarios con una ventaja de cuatro goles.
Fue reminiscente de la histórica goleada 5-0 del PSG al Inter de Milán hace un mes en la final de la Liga de Campeones, cuando el club parisino ganó su primer título europeo y se estableció como el claro favorito de cara al Mundial de Clubes ampliado.
La afición, vestida de rosa, intentó animar al número 10 con cánticos ocasionales de “¡Messi! ¡Messi! ¡Messi!”, pero no sirvió de nada. El astro argentino pasó la mayor parte de la primera parte simplemente merodeando por el centro del campo, rodeado de jugadores del PSG y sin apenas oportunidad de tocar el balón.
La mejor oportunidad del Inter Miami llegó al principio de la segunda mitad. Un pase a Luis Suárez lo dejó libre junto a la red, pero el balón se le escapó sin peligro y no remató. El delantero de 38 años, frustrado, pateó una botella de agua por encima de la barrera, resumiendo la jornada de las Garzas.
Messi finalmente conectó el primer disparo del Inter Miami en el minuto 63, pero el portero Gianluigi Donnarumma lo atrapó fácilmente. Messi tuvo otra oportunidad de cabeza a unos 10 minutos del final, lo que obligó a Donnarumma a realizar una atajada en plancha, la única amenaza real para su tercera imbatibilidad del torneo.
El PSG avanzó al partido de cuartos de final el próximo sábado, también en Atlanta, contra Flamengo o Bayern Múnich.
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