NUEVA YORK (AP).- Cuando el enigmático artista callejero Banksy pintó con aerosol un globo con forma de corazón cubierto con una curita en la pared de un almacén de Brooklyn, el anodino edificio de ladrillo se transformó instantáneamente en un destino artístico y el lienzo de una improbable batalla de grafitis.
Casi tan pronto como Banksy reveló la pieza en 2013, un grafitero anónimo se acercó descaradamente y pintó con aerosol rojo las palabras “Omar NYC” al lado del globo, para consternación de los espectadores.
Días después, alguien dibujó con plantilla “es una niña” en blanco y rosa junto a la placa de Omar, seguido de una frase aparentemente sarcástica en negro: “Recuerdo MI primera placa”. Algunos creen que fue el propio Banksy quien regresó en secreto al lugar para añadir la réplica.
La aparente batalla de grafitis no terminó ahí. Otro grafitero también intentó dejar su marca, pero fue impedido por los guardias de seguridad. Hoy en día, la frase “SHAN” aún se puede ver en pintura violeta claro.
Maria Georgiadis, cuya familia era propietaria del almacén ahora demolido y que finalmente retiró la sección de pared para preservar la obra de arte, dice que el pastiche de graffiti es típicamente neoyorquino.
“Parece una guerra en curso”, dijo recientemente. “Están literalmente peleándose en el muro”.
Obras de arte en subasta
El muro preservado, denominado “Batalla para sobrevivir a un corazón roto”, se venderá el 21 de mayo en Guernsey’s, la casa de subastas de Nueva York.
Georgiadis, maestra de Brooklyn, dice que la venta es agridulce. Su padre, Vassilios Georgiadis, dirigía su empresa de techado y eliminación de asbesto desde el almacén adornado con el globo.
Murió hace cuatro años a los 67 años de un ataque cardíaco, por lo que parte de las ganancias de la venta se donarán a la Asociación Americana del Corazón.
“Es muy significativo para nosotros porque le encantaba y estaba lleno de amor”, dijo Maria Georgiadis en una visita reciente al almacén de arte donde se guardó la pieza durante más de una década. “Es como un corazón vendado. Todos tenemos amor, pero todos hemos pasado por cosas y simplemente nos ponemos un curita y seguimos adelante, ¿no? Así lo interpreto”.
La sección de pared de casi 4 toneladas y 6 pies de alto (3.6 toneladas métricas y 1.8 metros de alto) es una de varias obras de guerrilla que el famoso y reservado artista británico realizó durante una residencia en Nueva York en 2013.
En ese momento, Banksy promocionó la obra publicando en su sitio web fotografías y una pista de audio grabada en parte con una voz chillona inducida por helio.
Puede que Banksy no haya pintado respuesta al grafitero
El presidente de la casa de subastas Guernsey, Arlan Ettinger, afirmó que es imposible saberlo con certeza, ya que Banksy trabaja en la clandestinidad. Sin embargo, añadió que la pulcritud del estarcido y la redacción “sugieren firmemente que esta fue una forma sutil de Banksy de poner al otro artista en su lugar”.
Ulrich Blanché, profesor de historia del arte en la Universidad de Heidelberg en Alemania, calificó la pieza como una plantilla “muy bien ejecutada”, notable en parte por la decisión de Banksy de colocarla en la zona portuaria de Red Hook en Brooklyn.
“Esta parte de Nueva York no era fácil de alcanzar en aquella época”, dijo por correo electrónico. “Banksy quería que la gente visitara lugares de Nueva York que nunca había visto y que también los amara”.
Pero Blanche cuestionó si el texto adicional estampado era realmente obra de Banksy, diciendo que la elección de palabras y el diseño no parecen coincidir con el estilo del artista en ese momento.
“Llamar ‘chica’ a un grafitero no es algo que Banksy haría en 2013. Es misógino e inmaduro, de una manera sexista”, escribió. “Tres fuentes diferentes que no combinan y tres colores, ¿por qué debería hacerlo? Demasiado elaborado sin justificación. Así que creo que esto lo añadió otra persona”.
Blanché también expresó su ambivalencia respecto a la venta pendiente, señalando que Banksy no suele autorizar la venta de sus obras callejeras. Al mismo tiempo, comprende la responsabilidad que recae sobre los propietarios de protegerlas y mantenerlas.
“Las obras de Banksy deben preservarse, pero para la comunidad para la que fueron creadas”, dijo. “No deben convertirse en mercancía. Están hechas y pensadas para un lugar específico. No son portátiles. No son vendibles”.
Los portavoces de Banksy declinaron hacer comentarios el viernes.
Precio difícil de determinar
El hermano de Maria Georgiadis, Anastasios, dijo que su padre también esperaba conservar la pieza en Red Hook después de haberla cortado de la pared y enmarcada en acero grueso para su custodia.
El padre Georgiadis, dijo, imaginó la obra como el eje central de un desarrollo comercial y de viviendas en la propiedad, un sueño que no se hizo realidad. La propiedad ya fue vendida por la familia.
Ettinger dijo que es difícil predecir el precio de venta de la pieza. Hay pocos precedentes de una venta de una obra de Banksy de este tamaño, añadió.
En 2018, un lienzo que formaba parte de la serie “Girl With Balloon” de Banksy se vendió en Londres por 1,04 millones de libras (1..4 millones de dólares), solo para autodestruirse frente a una multitud atónita en la subasta.
María Georgiadis dijo que espera que quien compre “Corazón roto” encuentre la misma belleza y significado que su padre obtuvo de la pieza.
Cuando Banksy lo pintó, el negocio familiar se estaba recuperando de las devastadoras inundaciones causadas por el huracán Sandy el año anterior. Georgiadis recuerda que su padre no tenía ni idea de quién era Banksy, pero la simple imagen lo conmovió.
“Mi papá tenía en la cabeza que Banksy sabía por lo que pasábamos”, dijo. “Dijo: ‘¿Puedes creerlo, María? Es un corazón’”.
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