En conformidad, el presidente municipal de García, Nuevo León, Manuel Guerra Cavazos, firmó la alianza estratégica en materia de ética y cultura de la legalidad, comprometiendo a todo su gabinete a participar en la prevención del delito electoral ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.
La cita para la firma se llevó a cabo en las instalaciones del “Centro cultural Las Lomas”, presidida por el fiscal especializado en delitos electorales del estado de Nuevo León, Gustavo Javier Solís Ruíz, recinto al que acudieron todos los representantes de los departamentos que conforman el ayuntamiento encabezado por Guerra Cavazos.
Durante la ceremonia de apertura el fiscal reconoció la participación activa del alcalde al asistir acompañado de todo su equipo, mismos que a partir de ese momento recibieron la primera etapa de capacitación de reconocimiento del delito electoral con fundamento en la ley general en materia de delitos electorales.
La intención es proteger a la democracia en la entidad
Detalló el fiscal que el propósito de la capacitación es blindar la democracia y poner en claro que todo aquello que condicione la libertad del voto mediante el desvío de recursos o el ejercicio de la fuerza es causa de investigación y de una posible sanción.
Por su parte el presidente municipal Guerra Cavazos manifestó su firme voluntad de compromiso, exhortando a los funcionarios públicos a respetar los límites de la legalidad del voto asumiendo su rol de líderes transmitiendo la información que reciban a todos sus colaboradores, pasando posteriormente a imprimir su firma en papel como muestra de su compromiso.
¿Qué son la ética y la cultura de la legalidad?
La ética y la cultura de la legalidad son pilares fundamentales para la convivencia justa y armónica en una sociedad. La ética se refiere al conjunto de principios y valores que guían el comportamiento humano, distinguiendo lo correcto de lo incorrecto. Actuar con ética implica tomar decisiones responsables, honestas y respetuosas hacia los demás y hacia uno mismo.
Por otro lado, la cultura de la legalidad es el compromiso colectivo de respetar y cumplir las leyes, reconociendo que estas existen para proteger los derechos y garantizar el orden social. No se trata solo de obedecer por temor a una sanción, sino de comprender que el cumplimiento de la ley fortalece la democracia, promueve la equidad y combate la corrupción.
Cuando una sociedad integra la ética con la cultura de la legalidad, se construye un entorno en el que las personas confían en las instituciones, exigen transparencia y participan activamente en la toma de decisiones. Esto fomenta el bienestar colectivo y el desarrollo sostenible. Educar en estos valores desde temprana edad es esencial para formar ciudadanos comprometidos con el respeto, la justicia y la responsabilidad social.
Cortesía de El Heraldo de México.
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