TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Dos hermanas tsotsiles de 18 y 14 años de edad fueron asesinadas a balazos y sus cuerpos con huellas de violencia dejados en un camino de terracería del municipio de San Juan Chamula durante la madrugada del sábado en la comunidad Cruz de Obispo, confirmó la Fiscalía General del estado.
La colectiva feminista 50 más 1, expresó su total repudio “al brutal doble feminicidio” de DGM de 18 años y RVGM de 14 años, y señaló que las jóvenes fueron matadas con extrema violencia, sumando ocho los feminicidios en Chiapas en lo que va del año.
Al lugar, localizado entre los límites de San Cristóbal de las Casas y Chamula, acudió el Fiscal General Jorge Luis Llaven Abarca quien aseguró tener avances en la investigación. En la escena del crimen se encontraron casquillos de 9 milímetros. Una de las víctimas, Rosa Valeria Gómez Méndez (18 años), recibió dos impactos de bala; la menor, un impacto, revelaron fuentes de la dependencia.
50 más 1, indicó que Chamula es uno de los municipios más golpeados por la violencia de género, no obstante, “no se ha acatado el resolutivo de declaratoria de alerta de género para Chiapas de 2016 que requiere la aplicación de acciones específicas que atiendan la violencia contra las mujeres indígenas que se presenta en los municipios de la región Altos de Chiapas”.
En medio de la Semana Santa fueron encontrados los cuerpos con huellas de extrema violencia; de dos menores de edad tsotsiles, de 14 y 18años y 14 años, en el camino de terracería de la comunidad Cruz de Obispo, municipio de San Juan Chamula.
Tan solo en 2025 se registran 8… pic.twitter.com/OvxKSSxXTg
— Adriana Guillén (@adrianaguillenh) April 19, 2025
A través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, 50 más 1 manifestó que “es en la esfera municipal donde se deben concentrar los esfuerzos de prevención, atención y erradicación de la violencia contra las mujeres”.
Por lo que hizo un llamado urgente para que las autoridades correspondientes, para que “diseñen una estrategia transversal de prevención de la violencia contra las mujeres indígenas dentro de sus comunidades con el objetivo de transformar los patrones socioculturales que producen y reproducen la violencia”.
“Las cifras nos duelen”, expresó la colectiva feminista e insistió que “es necesario reforzar los mecanismos de detección, atención y protección a las mujeres y niñas; así como destinar más recursos y articular medios para evitar más muertes.
A través de la Comisión a Una Vida Libre de Violencia de las Mujeres, convocó a las autoridades competentes a revisar estrategias, rediseñar acciones y programas que coadyuven para que la justicia para las víctimas, no sea solo una exigencia, sino una realidad enmarcada en la ley.
Cortesía de Proceso.
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