WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Donald Trump dijo el jueves que “no tenemos prisa” por alcanzar ningún acuerdo comercial debido a las ganancias que generan sus aranceles, pero insinuó en su reunión con la primera ministra italiana Giorgia Meloni que sería fácil lograr un acuerdo con la Unión Europea y otras naciones.
Trump desestimó la probabilidad de acelerar el cronograma diciendo que cualquier acuerdo se produciría “en un momento dado”.
“No tenemos prisa”, dijo Trump e insinuó que tiene una ventaja debido a que otros países desean tener acceso a los consumidores estadunidenses.
Más adelante, el presidente dijo: “Tenemos muchos países que quieren llegar a un acuerdo. Francamente, quieren hacer acuerdos más que yo”.
La reunión de Meloni con Trump fue una prueba de su temple como puente entre la Unión Europea y Estados Unidos. Ella fue la primera líder europea en sostener conversaciones cara a cara con el mandatario desde que anunció y luego suspendió parcialmente los aranceles del 20% sobre las exportaciones europeas.
Representante de la UE
Meloni asistió a la reunión como líder de Italia, pero también ha sido “nombrada”, en cierto sentido, como representante de la UE en un momento crítico de la guerra comercial que ha avivado los temores de una recesión. El gobierno de Trump ha menospreciado a sus contrapartes europeas por no hacer lo suficiente en seguridad nacional mientras amenaza sus economías con aranceles, generando una profunda incertidumbre sobre el futuro de la alianza transatlántica.
Meloni buscó mostrar a Estados Unidos y Europa como aliados naturales en la civilización occidental y dijo que era importante “intentar sentarse y encontrar una solución” a las tensiones sobre el comercio y la seguridad nacional.
“El objetivo para mí es hacer que Occidente sea grande de nuevo”, dijo Meloni a Trump.
La UE defiende lo que denomina “la relación comercial más importante del mundo”, con un comercio anual que alcanza los 1.6 billones de euros (1.8 billones de dólares). El gobierno de Trump ha dicho que sus aranceles permitirían negociaciones comerciales que excluirían a China, el fabricante dominante del mundo. Pero el mandatario estadunidense sostiene que rivales y aliados se han aprovechado de Estados Unidos en el comercio, mientras dice que “los aranceles nos están haciendo ricos”.
Trump intentó contrarrestar las afirmaciones de que sus aranceles perjudican la economía, diciendo que los precios de la gasolina y los huevos ya están bajando. El presidente culpó a la Reserva Federal por el aumento de las tasas de interés sobre la deuda estadounidense. Las tasas aumentaron en gran medida porque los inversores estaban preocupados por los planes arancelarios de Trump y se volvieron menos dispuestos a comprar bonos del Tesoro, mientras que la Fed se ha mantenido firme en sus propias tasas de referencia debido a la incertidumbre económica.
“Tenemos muy poca inflación”, dijo Trump. “Diría que, esencialmente, no tenemos inflación”.
Para las naciones europeas, las negociaciones comerciales están bajo la autoridad de la Comisión de la Unión Europea, que presiona para alcanzar un acuerdo de aranceles cero con Washington.
Los funcionarios de la administración, en conversaciones con la UE, aún no han mostrado públicamente signos de ceder en la insistencia del presidente de que se cobre un arancel base del 10% a todas las importaciones extranjeras. Trump pausó durante 90 días su impuesto inicial del 20% a los productos del bloque para que pudieran llevarse a cabo negociaciones.
En busca de aranceles cero
La UE ya ha interactuado con funcionarios de la administración de Trump en Washington. Maroš Šefcovic, el comisionado europeo para el comercio y la seguridad económica, dijo que se reunió el lunes con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y con el Representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer.
Šefcovic dijo después en X que “se requerirá un importante esfuerzo conjunto de ambas partes” para obtener aranceles cero y trabajar en las barreras comerciales no arancelarias, mientras que el equipo de Trump objetó específicamente el uso de impuestos al valor agregado por parte de Europa.
Los márgenes de avance de Meloni están más en obtener claridad sobre los objetivos del presidente republicano que en lograr concesiones directas. Con base en sus interacciones públicas con Trump, no se sabe si Meloni logró comprender claramente lo que Trump quiere.
Como líder de un partido de extrema derecha, Meloni está ideológicamente alineada con Trump en temas como frenar la migración, promover los valores tradicionales y el escepticismo hacia las instituciones multilaterales. Pero han surgido marcadas diferencias en cuanto al apoyo inquebrantable de Meloni a Ucrania tras la invasión de Rusia, iniciada en febrero de 2022.
Los dos líderes hablaron de la guerra y del papel de Italia en una posible reconstrucción posguerra de Ucrania. Trump ha presionado a Meloni para que aumente el gasto de Italia en defensa, que el año pasado estuvo muy por debajo del objetivo del 2% del producto interno bruto para los países de la alianza militar de la OTAN. El gasto de Italia, con un 1,49% del PIB, está entre los más bajos de Europa.
A pesar de las diferencias sobre Ucrania y el gasto en defensa, algunos miembros del gobierno de Estados Unidos ven a Meloni como un puente vital hacia Europa en un momento difícil para las relaciones transatlánticas.
Ella fue la única líder europea en asistir a la ceremonia de investidura de Trump el 20 de enero y ha respondido con moderación mientras los abruptos cambios en la política de Estados Unidos durante el régimen del republicano han desgastado la alianza entre Estados Unidos y Europa. Meloni denunció los aranceles, calificándolos como “equivocados”, y advirtió que “dividir a Occidente sería desastroso para todos”, tras el acalorado diálogo de Trump en la Casa Blanca con el presidente de Ucrania.
Superávit italiano
Italia mantiene un superávit comercial de 40 mil millones de euros (45 mil millones de dólares) con Estados Unidos, el mayor con cualquier país, impulsado por el apetito de los estadunidenses por el vino espumoso italiano, alimentos como el queso Parmigiano Reggiano y el jamón de Parma, y la moda de lujo italiana. Todos estos son sectores fundamentales para la economía italiana, y en su mayoría están apoyados por pequeños y medianos productores que son votantes clave de centroderecha.
La reunión se produce en un contexto de crecientes preocupaciones sobre la incertidumbre global generada por las crecientes guerras arancelarias. La previsión de crecimiento de Italia para este año ya se ha reducido del 1% al 0,5% como resultado.
El gobierno de Trump ha impuesto aranceles a gran parte del mundo, argumentando que otros países se han aprovechado de Estados Unidos, como lo demuestran sus déficits comerciales. Pero con la pausa de 90 días, la Casa Blanca aumentó los aranceles de Trump sobre China al 145% mientras mantiene aranceles separados de hasta el 25% sobre Canadá, México, los automóviles, el acero y el aluminio.
El miércoles, Trump se reunió con el principal negociador comercial de Japón, Ryosei Akazawa. En las redes sociales, el mandatario republicano resumió la reunión como un “¡Gran progreso!” pero no ofreció detalles específicos.
China busca simultáneamente llegar a acuerdos que podrían desmentir las afirmaciones de Trump de que sus aranceles finalmente generarían más empleos en fábricas nacionales y un crecimiento más fuerte.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo el jueves que el gobierno trabaja primero con las “15 economías más grandes” cuando se trata de acuerdos comerciales. También informó que varios funcionarios surcoreanos visitarán Washington la próxima semana.
Cortesía de Proceso.
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