Miles de visitantes arribaron al municipio de Jalcomulco, en la región capital del estado de Veracruz, durante este periodo vacacional de Semana Santa, para disfrutar de las frías aguas del río Los Pescados y disfrutar de diversas actividades ecoturísticas.
Como cada año, hay vigilancia de los elementos de seguridad, personal de Protección Civil, así como salvavidas, quienes son contratados por las empresas dedicadas al turismo de aventura.
Para los lugareños también es un momento adecuado, porque aumenta el número de visitantes y hay demanda de servicios como hospedajes, estacionamientos y restaurantes. Los pobladores se dedican al comercio y aprovechan para las ventas de comida que consiste en platillos regionales, así como distintas bebidas.
Jalcomulco es reconocido por sus paisajes que se enclavan entre montañas, pero también por el rafting, que consiste en el descenso por las bravas aguas del río sobre una balsa, recorrido que dura aproximadamente dos horas.
Este deporte es buscado por los turistas a nivel nacional. Las secciones que navegan los guías son conocidas como Los Pescados, La Antigua y Barranca Grande. También hay otras actividades, como el rappel, que consiste en descender con ayuda de equipo entre los cañones, el río y la exuberante vegetación.
El afluente atraviesa la cabecera municipal. Este pintoresco pueblo se ubica a 40 kilómetros de la ciudad de Xalapa y 85 kilómetros del puerto de Veracruz. A este lugar llegan visitantes de distintos municipios, como la ciudad de Xalapa, Coatepec, Xico, Teocelo, Cosautlán, Emiliano Zapata, Banderilla, Tlalnelhuayocan, por mencionar algunos, aunque también de otros estados de la República Mexicana.
Disfrutan amplia oferta gastronómica
Los comerciantes indicaron que el clima mejora con la llegada de turistas a Jalcomulco este año, esperando mayor demanda que el anterior. Ofrecen servicios de comida típica y actividades extremas. Las autoridades colaboran para mantener la seguridad y limpieza en el evento.
Dentro de la gastronomía destaca los tamales asados de salsa roja con costilla de cerdo y el tempispi, unas piezas de masa rellenas de frijol con polvo de aguacate y chile habanero o chiltepín. La tradición comenzó con una vendedora conocida como Sarita Ferto, quien introdujo métodos modernos. Los precios son muy populares: hay tamales a 15 pesos y tempispi a 7 pesos.
Además, los restaurantes ofrecen diversos platillos de pescados y mariscos a la orilla del río, como son los langostinos en salsa verde, al mojo de ajo, enchipotlados y en salsa verde.
Cortesía de El Heraldo de México.
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