En el verano de 2024, en la Ciudad de México, el orgullo se celebró y se reclamó al mismo tiempo. La marcha de las comunidades LGBTI+ en la capital del país transcurrió como una fiesta que tuvo en sus puntos más altos el multicolor, lo drag, la desnudez, la cerveza, las risas, la comida, la banda, la batucada y el pop.
Esta tarde se completaron 46 años de manifestaciones de este colectivo que en algunas entidades del país ha logrado el derecho al matrimonio, el acceso gratuito al tratamiento para portadores de VIH, la obtención de la credencial de elector con la identidad de género, así como la prohibición y sanción de las llamadas “terapias de conversión”. Por eso el baile, los brindis y las carcajadas.
Pero fue un alboroto incapaz de omitir que en 2023 por lo menos 66 personas LGBTI+ fueron asesinadas con brutalidad en México y de ese conjunto, 43 eran mujeres trans, de acuerdo con la documentación de la organización Letra S. En la avenida Juárez el protagonismo lo tomó un ataúd cargado por seis hermanas de esa comunidad. Y entonces el “no olvido” y el grito: “¡Yo siento rabia. Yo no siento orgullo!”
En la persona de Luxurius Fem, del colectivo drag de Celaya, Guanajuato, la otra cara de esta manifestación se clarificó. Participó con un maquillaje púrpura, traje con aplicaciones doradas, accesorios del mismo tono y tacones. Vino con otros dos hermanos de ese arte. Y aunque viajó a la capital del país, levantó la voz para que el Congreso de la CDMX apruebe la Ley con la que se busca tipificar al transfeminicidio como delito. Se trata de una propuesta bautizada con el nombre de Paola Buenrostro, una trabajadora sexual trans asesinada en 2016 en la Ciudad de México.
Luxurius Fem habló mientras concedía fotos a otros asistentes a la manifestación: “Es muy bien sabido que la comunidad trans es la más vulnerable que hay … La única fuente de nuestra comunidad trans es prostituirse porque la sociedad no les da el valor y respeto que merecen. Por eso aquí estamos levantando la voz por las que ya no están”.
Las palabras coincidían con el posicionamiento del Comité IncluyT, uno de los organizadores, que fue leído en el arranque en el Ángel de la Independencia. “El Estado patriarcal y hegemónico ha actuado como opresor de manera histórica, sin nunca, a la fecha, ofrecer una disculpa pública por las violencias y la deuda histórica hacia las poblaciones de la diversidad sexual y de género”, se escuchó como bandera de inicio de la manifestación.
La voz de Betty, una madre de familia, también se levantó y resumió el contraste: “Aunque digan que estamos abiertos, no es cierto. Ser felices aún nos cuesta mucho. Aún el odio manda”. Conforme los contingentes avanzaron, se escuchaba, a veces, una letra: “¿A quién le importa lo que yo haga? ¿A quién le importa lo que yo diga? …” Y había baile y saltos.
Entre ángeles y vaqueros, el avance de la marcha
Así avanzó la marcha del Orgullo 2024 desde El Ángel de la Independencia al Zócalo. Fue un paso lento dados los bailes y los cientos de miles de asistentes (unos 260 mil, según el cálculo del Gobierno de la CDMX hasta el cierre de esta edición). Fue un transitar colmado de fantasía, entre ángeles, vaqueros, unicornios y superhéroes.
Este fue el segundo año que el comité organizador y convocante clamó por marchar a pie y el primero en suspender el evento artístico que solía ocurrir al final. Lo primero tiene el sentido de regresar la marcha a sus orígenes y evitar la promoción de productos o la presencia de ‘influencers’. Con lo segundo, el comité pretendió que se priorizara la exigencia.
El contingente que representa a los #Vaqueros de #SanLuisPotosí recuerda que es una marcha por los derechos, pero también es una fiesta en la que se invita a todos a celebrar.
Video: @Angelsky_ChA pic.twitter.com/FN6dLIThSb— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) June 29, 2024
“Sabemos que el arte ha sido un elemento fundamental de nuestra lucha, un espacio de expresión, de visibilidad y celebración de nuestra diversidad. Por eso, esta decisión no ha sido fácil y la lamentamos profundamente. Este año todos nuestros esfuerzos están enfocados en la marcha a pie con los distintos contingentes registrados, poniendo las causas y las exigencias al frente”, indicó el comité en un comunicado horas antes del inicio de la marcha.
El Gobierno de la CDMX fue el que se encargó de los carros alegóricos automotores, para lo cual, abrió un registro cuando faltaban unos días para la manifestación. Al final, según las mismas autoridades, 68 carros participaron en el desfile con anuncios diversos de obras de teatro o ‘tours’ turísticos. De ellos también surgía música desde la famosa ‘Chona’ hasta samba brasileña. Las tiendas no bajaron la cortina como lo hacen en otras manifestaciones y al contrario, colgaron la bandera arcoíris y algunas incluso altavoces.
Con todo, casi nueve horas pasaron en torno a este orgullo. Al anochecer la lluvia dispersó a los contingentes y a los colores. Pero el agua no logró borrar el letrero que desde temprano estuvo en el Zócalo, entre amarillo, rojo y azul: “Acepta, ama y respeta al hijo que tienes. No al que imaginaste”.
Cortesía de Reporte Índigo.