Yasmín Esquivel, actual ministra de la Suprema Corte y favorita en las encuestas para presidir el máximo tribunal, subrayó este lunes a EFE que la histórica elección popular del Poder Judicial no es un simple “trámite”, sino parte de un proceso más amplio de “transformación” de la justicia en México.
Tras el arranque el domingo de las inéditas campañas para los comicios judiciales del 1 de junio, Esquivel defendió en una entrevista que el llamado de los mexicanos a las urnas es clave para garantizar una justicia cercana, imparcial y al servicio del pueblo.
“Por supuesto que no doy por trámite la llegada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Hay que hacer un gran trabajo, fundamentalmente de difusión del proceso y otro de los temas es la necesaria transformación del Poder Judicial”, sostuvo la abogada, integrante del Supremo desde marzo de 2019, tras un acto en el municipio de Ecatepec, en estado de México.
Esquivel, quien llegó al cargo actual nominada por el entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), contó que el mayor reto no es presidir la Suprema Corte, sino empujar un cambio de fondo.
Las reglas de la elección dictan que la persona con mayor número de votos asumirá la presidencia del máximo tribunal mexicano y Esquivel, muy cercana al oficialismo, se perfila como la favorita, según la encuesta que realizó el diario El Financiero el 10 de marzo.
“Si me toca a mí presidir la Corte o no (es lo de menos), considero que lo importante es el proyecto, el proyecto de cambio que tiene que vivir México (…) y tiene que ser una elección ejemplar”, afirmó.
Ante las críticas de la oposición por los riesgos de elegir a jueces en las urnas, Esquivel, de 61 años, negó que esto comprometa la independencia judicial.
“No veo ningún riesgo, al contrario. Todos (los aspirantes) le van a deber el puesto al pueblo de México […] no van a tener ni jefe, ni a quién le deban el puesto más que al pueblo”, sentenció.
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Consideró que el nuevo modelo de elección popular fortalecerá la imparcialidad porque “¿qué mayor independencia e imparcialidad que la que va a otorgar el pueblo de México?”, a la vez que recordó que “todos los juzgadores están obligados a “ser independiente en sus decisiones y únicamente respetar la Constitución”.
Un total de 3,422 candidatos federales comenzaron este domingo la campaña para la primera elección popular del Poder Judicial de México, el 1 de junio, cuando casi 100 millones de votantes pueden escoger 881 cargos, incluyendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Esquivel se asumió como “la ministra de la transformación”, un concepto que usan López Obrador y la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, por su convicción de que el Poder Judicial debe renovarse a fondo.
“Estoy convencida de que el Poder Judicial requiere un cambio. Requiere limpiarse, transformarse. Requiere también que se acabe con la corrupción, con el familiarismo, el nepotismo y el influyentismo”, expresó.
Su propuesta incluye el fortalecimiento de las defensorías públicas para que “la justicia pública esté al servicio del público” y no solo de quienes pueden pagar una defensa privada.
Reconoció que antes “se decía que los jueces solamente emitían opiniones a través de sus sentencias”, pero hoy “hay que conversar más, dialogar, escuchar más”.
“Ahora los jueces ya no podemos nada más ser escuchados a través de nuestras sentencias, sino que ahora tenemos que salir a eventos”, mencionó.
Al ser una de las cinco mujeres actuales de la Suprema Corte, Esquivel consideró que ahora hay “espacio” para ellas, y subrayó los avances en paridad de género en el Poder Judicial a la que obliga la reforma promulgada por López Obrador en septiembre pasado.
“Es una elección histórica (…) es una cita con México (…) No desaprovechen la oportunidad”, pidió Esquivel a la ciudadanía.
Con información de EFE.
Cortesía de Forbes.