MORELIA, Mich. (apro).- Dos años y medio antes del final del periodo para el que fue designado, el titular de la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE), Adrián López Solís, anunció su renuncia al puesto, que será efectiva a partir del próximo 20 de agosto.
Nombrado en el cargo durante el sexenio de Silvano Aureoles Conejo, para estar nueve años al frente del organismo autónomo —a partir del 24 de febrero de 2019—, el funcionario emitió la tarde de este domingo un mensaje a través de sus redes sociales, donde ventiló su decisión de separarse de la FGE y dijo que posteriormente presentaría su renuncia formal ante el Congreso del Estado.
La noticia fue recibida con sorpresa de parte de algunos sectores, que incluso manifestaron su convicción de que se trató de una determinación motivada por razones políticas.
“He tomado la decisión de separarme del cargo de fiscal general del estado de Michoacán. Por lo que, en próximas horas, estaré notificando al Honorable Congreso mi renuncia, con efectos a partir del 20 de agosto del presente año, con el fin de contar con el tiempo suficiente para cumplir con los trabajos de la entrega recepción y, en su caso, entregar a quien tengan a bien designar como nuevo titular”, publicó el funcionario en su espacio de la red social Facebook.
La conferencia del fiscal
Previamente, López Solís expuso que en los últimos casi seis años y medio de su vida personal y profesional enfrentó grandes retos en la tarea de procuración de justicia y asumió “con toda responsabilidad la titularidad de una de las instituciones más demandantes y referidas socialmente por lo sensible de sus funciones”.
No obstante, precisó, “en los avances en el combate a la impunidad es necesario reconocer, en el balance, que a los grandes pendientes se suman todos los días nuevas exigencias que provienen de una intensa dinámica delictiva”, lo cual “sólo es posible atender en un frente coordinado con todas las capacidades del Estado, conforme a las competencias legales que atañen a cada instancia de seguridad y de justicia, de los órdenes federal, estatal y municipal”.
Por ello, consideró que al margen del periodo por el que fue electo, “es el momento de generar las mejores condiciones que permitan reimpulsar los procesos de crecimiento y mejoramiento de las capacidades institucionales para hacer frente a la legítima demanda de justicia con más y mejores resultados, a partir de nuevos incentivos y reforzamiento del acompañamiento gubernamental”.
Tras agradecer el “enorme esfuerzo y compromiso” del personal que lo ha acompañado a lo largo del ejercicio del puesto, el todavía fiscal expresó a la población michoacana su “agradecimiento eterno por permitirme haberles atendido, desde dicha responsabilidad, convencido de que hay múltiples maneras de comprometerse y trabajar en beneficio de la sociedad, todas muy honorables cuando ponen por delante el interés general de las y los ciudadanos”.
Cuando Adrián López fue nombrado fiscal por el Congreso del Estado, ocupaba una diputación local y antes había secretario general de Gobierno en la administración de Aureoles, de quien se había mantenido cercano desde que el exgobernador ahora prófugo fue alcalde de Zitácuaro.
Después de que se conoció la decisión de López Solís de renunciar a la titularidad de la FGE, el diputado local Antonio Carreño Sosa, de Movimiento Ciudadano, declaró a la prensa local que la renuncia anticipada del funcionario “prende alertas por ocurrir en un momento complicado para la seguridad en Michoacán y por dejar entrever motivaciones políticas”.
El legislador indicó que los michoacanos exigen resultados y paz, lo cual “requiere más que cambios políticos: se necesita experiencia, profesionalismo y una transición responsable. Eso conlleva no solamente coordinación, sino también experiencia”.
Cortesía de Proceso.