En la madrugada de este viernes, habitantes de la zona de Santa Fe, ubicada al poniente de la Ciudad de México, fueron despertados por las balas y las sirenas de las patrullas de la policía capitalina y del Estado de México. Esto por una movilización para detener a un grupo de delincuentes, que reportes no oficiales señalan que tenían secuestrados a cuatro individuos.
Los hechos dejaron siete personas detenidas. Sin embargo, produjo la muerte de dos elementos de la policía mexiquense y uno de la capital del país, así como uno más está en estado grave en el hospital por heridas de bala.
A su vez, varios vehículos de particulares y algunas patrullas fueron alcanzados por los proyectiles, provocando daños en sus carrocerías y vidrios. Estos fueron llevados a las instalaciones de la Fiscalía de Delitos de Alto Impacto, ubicada en la avenida Jardín, de la alcaldía Azcapotzalco.
¿Qué sucedió?
De acuerdo con las autoridades, la persecución comenzó alrededor de las 3:30 horas, cuando los tripulantes de dos camionetas blancas atacaron a elementos policiales mexiquenses en la carretera México-Toluca. Tras el altercado, los presuntos homicidas huyeron con dirección a la Ciudad de México.
No obstante, un numeroso operativo, organizado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, ya los esperaba a la altura de la calle Belén de las Flores, en la alcaldía Álvaro Obregón. Los agentes capturaron a siete personas, quienes fueron trasladadas a bordo de una vehículo blindado de la policía a la Fiscalía Antisecuestros.
A los detenidos se les confiscaron rifles de alto poder y chalecos balísticos, informó en redes sociales Omar García Harfuch, titular de la SSC. Asimismo, más de 200 elementos policiacos, además de un helicóptero Cóndor, peinan la zona para buscar a otros implicados en las balaceras, quienes se internaron en el área conocida como el Queso, al poniente de la capital.
Momentos de terror
En entrevista para el Heraldo Media Group, un vecino de la zona relató los momentos de terror que vivieron él y su familia durante la madrugada. Dijo que cerca de las 03:30 horas se escucharon muchas patrullas y después vinieron cerca de 40 detonaciones.
“Fue como de película”, declaró el hombre. Sin embargo, al percatarse que en efecto se trataba de un tiroteo, decidió ni siquiera asomarse para ver lo que ocurría por temor a que las balas se salieran de control.
No fue sino hasta la mañana, que salió a la calle y notó que su automóvil tenía dos impactos de bala, por lo que la autoridades le recomendaron llamar a su seguro para valorar el daño. Asimismo, el vecino de la Álvaro Obregón mencionó que algunos edificios también amanecieron con balazos.
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