Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), negó que en este órgano haya funcionarios con una remuneración mayor a la del presidente, y recordó que en esa categoría se deben incluir otros aspectos, como las afanadoras militares que la pareja presidencial usa para limpiar sus domicilios.
En su intervención del Seminario Internacional Estado de Derecho (s) y Combate a la Corrupción, que se realiza en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Córdova desmintió que en el INE haya funcionarios que obtengan una remuneración superior a la del presidente de la República.
“Nadie está en contra de la austeridad ni mucho menos. Y por cierto, hablando de posverdad y demás, nadie, y lo digo así: nadie, nadie, nadie, no sé si en México, pero en el INE, nadie incumple la Constitución. Ya estuvo bueno de mentiras: nadie incumple la Constitución”, afirmó, categórico, el consejero.
Y pasó a aclarar la versión que han sostenido el gobierno y los sectores oficialistas durante los últimos años: “Lo que la Constitución prohíbe es que haya funcionarios públicos que tengan una remuneración mayor a la del presidente de la República, no salario. Y la remuneración, lo dice la Constitución, son las prestaciones en efectivo, pero también las que son en especie. Son prerrogativas, digámoslo así, traducidas en prestaciones, pero también son las entregas materiales de bienes”.
Dijo que, “hablando de rendición de cuentas”, si la Cámara de Diputados fijara cuál es la remuneración del presidente de la República, como le ordenó hace tres años la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “nadie, al menos en el INE, tendría una remuneración mayor” a la del presidente de la República.
Para explicar mejor el asunto, Córdova ejemplificó: “Nosotros no tenemos afanadores militares, que nos hagan (entre otras cosas, como hoy sabemos) el servicio doméstico de limpia de nuestras habitaciones, que además las pagamos nosotros. El problema no es tanto el discurso; el problema es la restricción presupuestal”.
Sobre ello, se debe recordar que en octubre pasado, como resultado del hackeo de Guacamaya a la Secretaría de la Defensa Nacional, se supo que Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, ha solicitado y obtenido del Ejército afanadoras militares para la limpieza tanto de su departamento de Palacio Nacional como de su domicilio particular, entre muchos otros servicios que deben agregarse a la remuneración presidencial.
Cortesía de la revista Etcétera