CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobierno capitalino gastó más en el manejo de la basura plástica generada por el comercio electrónico que en instituciones para garantizar los derechos humanos, revela el informe titulado “Comercio electrónico, plástico innecesario y contaminación. Regular para resolver”, publicado por la organización ambientalista Oceana.

El estudio, que se basa en datos del último Inventario de Residuos Sólidos de la Ciudad de México y el presupuesto ejercido en la Cuenta Pública de 2021 por la Secretaría de Finanzas, revela que en ese año la CDMX destinó 53.4 millones de pesos para la gestión de basura plástica innecesaria generada por la industria de las ventas en línea. Este presupuesto representa más del doble de los 20 millones que se asignaron, por ejemplo, a la Comisión de Búsqueda de Personas.

Entre las instituciones que recibieron menos financiamiento que la gestión de la basura plástica del comercio electrónico se encuentran la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (48.3 millones de pesos), el Consejo Para Prevenir y Eliminar la Discriminación (25 millones de pesos) y el Fondo Público de Atención al Ciclista y al Peatón (9.3 millones de pesos).

Nick Leopold, activista de Oceana, expresó su preocupación al respecto: “Es inaudito que gastemos más en atender la contaminación plástica de las empresas del comercio electrónico que en las necesidades sociales y ambientales que existen en la CDMX. Urge una legislación para detener el plástico innecesario del comercio electrónico y usar los recursos públicos en atender necesidades prioritarias para las y los habitantes de la ciudad”.

Según el informe de Oceana, en 2021 la Ciudad de México generó un total de 86 mil toneladas de basura plástica proveniente del comercio electrónico, lo que equivale a 235.8 toneladas diarias o 29 camiones de basura al día. Esta contaminación no sólo afecta los ríos y mares, sino que también tiene un alto impacto ecológico, ya que la mayoría de estos plásticos son producidos e importados desde China, lo que implica largos desplazamientos y una mayor huella de carbono.

Oceana instó al Congreso de la CDMX a crear una legislación que frene el uso de plásticos innecesarios del comercio electrónico.