Al impulsar la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE), el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende controlar las elecciones y ganarlas todas, lo que significaría volver a la época del partido único, opinó Ricardo Anaya, quien también se manifestó a favor de un organismo electoral autónomo y fuerte.
En plena discusión de la iniciativa de reforma electoral planteada por el titular del Poder Ejecutivo, el excandidato presidencial manifestó que con esa propuesta lo que se pretende es “regresar a las épocas en que un solo partido controlaba todo, y eso no es bueno, no es sano: eso no le conviene a nadie”.
En un video que difundió en redes sociales, Anaya comentó que López Obrador quiere “tomar el control de las elecciones”, pese a que él y su partido han ganado bastantes, porque “quiere todas las elecciones: todo el poder, como era antes”.
El político mencionó que actualmente en 67 por ciento de las elecciones hay alternancia: “los ciudadanos quitan al que está en el gobierno y ponen a un partido distinto”. Y agregó: “Eso significa que hoy los políticos saben que si no hacen las cosas bien, los pueden quitar. Si no atienden a la gente, si no resuelven problemas, si no dan resultados, la gente los puede quitar, como más de la mitad de las veces pasa. ¿Tú crees que nos conviene que un partido controle las elecciones, y que los de ese partido en el poder sepan que ya nadie los va a poder quitar? Eso no le conviene a nadie”.
Recordó que entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado “un solo partido gobernaba todo”, y de él emanaban el presidente, los gobernadores y los congresistas. En esa etapa, explicó, “el gobierno era juez y parte: organizaba las elecciones y, casualmente, siempre ganaba el mismo partido”.
Sobre los años postreros de aquel régimen, Anaya preguntó y respondió: “¿Te has preguntado dónde estaban Bartlett y López Obrador en aquellas épocas en que no existía el IFE autónomo ni el INE? Bartlett era el encargado de las elecciones cuando se hacía fraude (acuérdate de la caída del sistema en 1988). ¿Y dónde estaba López Obrador el día de ese fraude? Era parte del PRI”.
Sin embargo, “después del fraude de 1988, después de una serie de reformas, se creó el IFE (por cierto: las reformas, siempre impulsadas por la oposición; jamás, como ahora, por el gobierno). Y seis años después, el IFE por fin se hizo 100 por ciento autónomo, o sea, completamente independiente del gobierno”. Esto permitió que la gente ponga y quite a los gobernantes, con lo que quedó atrás la época de partido único.
Por ello, Anaya se pronunció por no permitir que el INE sea debilitado o hasta desaparecido. “Digamos sí a la democracia, sí a un INE fuerte, autónomo e independiente”, concluyó.
Cortesía de la revista Etcétera