Según los numerales 30 y 143 del RLISR, para que los condóminos puedan deducir la parte que les corresponde de los gastos afectos a las áreas comunes del condominio, además de cumplir los requisitos de la LISR, deben reunir lo siguiente:
- los gastos de conservación y mantenimiento sean realizados en nombre y representación de la asamblea general de condóminos por un administrador facultado como tal
- el pago de las cuotas de conservación y mantenimiento debe realizarse mediante depósito en la cuenta bancaria que haya constituido la asamblea general de condóminos para tal efecto
- si el administrador recibe contraprestaciones por sus servicios, el CFDI debe emitirse a nombre de la asamblea general de condóminos
- que los CFDI que amparen los gastos estén a nombre de la asamblea general de condóminos o del administrador
- que el administrador recabe dichos comprobantes y entregue a cada condómino una copia de ellos y una constancia por periodos mensuales en la que se especifique:
- folios y el concepto que ampara cada CFDI, el monto total de ellos y su IVA
- respecto del total del gasto, la parte proporcional que corresponde al condómino, conforme al por ciento de indiviso que represente cada unidad de propiedad exclusiva en el condominio. No se considera en el total del gasto su IVA, excepto cuando el contribuyente por la actividad que realice en el inmueble, se encuentre exento de él, y
- documentación y registros contables deben conservarse por la asamblea de condóminos o por los condóminos que opten por deducir los gastos de conservación y mantenimiento
Así es como los condóminos deducen la parte que les corresponda de los gastos, más no las propias cuotas de conservación y mantenimiento que aportan para ellos.
Si desea conocer con mayor profundidad este tema se le invita a consultar la nota “Régimen fiscal del condominio“ en la edición digital número 493 del 31 de agosto de 2021.
A continuación, un ejemplo de este comprobante:
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Cortesía de IDC