De acuerdo con Rankmi, la planificación presupuestaria es un proceso vital para garantizar la estabilidad financiera y operativa de cualquier organización, por ello, antes de terminar el año, es fundamental anticiparse a los retos que traerá el 2025, especialmente en el área de Recursos Humanos.
Por lo anterior, indicó, uno de los principales componentes de esta planificación es el diseño del presupuesto. Para ello, es fundamental alinearlo con la estrategia general de la empresa, tomando en cuenta proyecciones de crecimiento, objetivos y recursos disponibles.
Para Felipe Cuadra, CHRO y Co-founder de Rankmi, el presupuesto de recursos humanos debe ser lo suficientemente flexible para que la empresa pueda adaptarse a diferentes escenarios e incluir un margen de error para cubrir imprevistos o ajustes necesarios.
Agregó que la retención de talento es otro aspecto crucial para considerar en la planificación presupuestaria. El porcentaje del presupuesto destinado a la retención de empleados puede variar entre un 20% y un 40%, dependiendo del nivel de rotación que tenga la empresa.
En organizaciones con alta rotación, los costos de retención a menudo superan los de atraer nuevo talento. Por lo tanto, una estrategia de retención sólida es no solo necesaria, sino también más rentable en el largo plazo, subrayó.
En cuanto a la atracción de nuevas contrataciones, dijo, el porcentaje destinado a este fin suele ser menor que el de la retención, representando entre un 15% y un 30% del presupuesto de recursos humanos, ya que el costo de retener suele ser más bajo.
La inversión en tecnología también desempeña un papel fundamental en la gestión eficiente de los recursos humanos. Hoy en día, las herramientas tecnológicas permiten optimizar procesos y mejorar la gestión del personal. Cuadra destaca que el porcentaje destinado a la implementación de nuevas tecnologías en las empresas generalmente oscila entre un 10% y un 25% del presupuesto total.
La planificación presupuestaria anticipada ofrece varias ventajas. En primer lugar, proporciona flexibilidad, permitiendo que las empresas se ajusten a cambios inesperados en el mercado o la economía. Esto se traduce en una mayor capacidad de respuesta frente a imprevistos. Además, un presupuesto bien diseñado se alinea con los objetivos estratégicos de la empresa.
Por su parte, Fernanda Riffo, Chief Operating Officer en Rankmi, recomendó trabajar con varios escenarios y proyecciones para adaptarse a la realidad a medida que el año avanza.
A la hora de estructurar el presupuesto, destacó la firma, es importante considerar indicadores clave que permitan monitorear el desempeño y la efectividad de la estrategia. Entre estos indicadores se encuentran la tasa de rotación y retención de colaboradores, los costos asociados a sueldos, compensaciones y beneficios, así como la participación de los empleados en programas de capacitación y su impacto en la productividad.
Iniciar la planificación presupuestaria de 2025 con anticipación brinda a las empresas una ventaja competitiva, permitiéndoles prever y adaptarse a los desafíos futuros. La optimización de recursos, la flexibilidad frente a los cambios y el alineamiento con los objetivos estratégicos son factores determinantes para garantizar el éxito de cualquier organización en un entorno cada vez más competitivo.
Cortesía de IDC
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