MÉRIDA, Yuc., (apro) .- Hace ocho años, en noviembre del 2017, a Natiluz Pérez la privaron de su libertad en un centro de rehabilitación contra adicciones para despojarla de su hija Helen.
El padre de la menor, Javier Pérez Hernández y la tía, Gabriela Hernández, enviaron a Natiluz a La Gloria de Santa Isabel, en el municipio de Kanasín, aunque no consumía ninguna sustancia.
Al salir del anexo inició una batalla legal para recuperar a su hija. El 10 de mayo de 2023, ganó el juicio de guarda y custodia, pero los magistrados del?Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Decimocuarto Circuito en Mérida aceptaron la apelación 413/ 2023 de la tía, sin que ésta tenga personalidad jurídica para hacerlo, lo que impide que Helen regrese a casa con su mamá.
“Sólo esperamos la confirmación de la sentencia para que pueda reunirme y recuperar a mi hija, pero ahora también debemos esperar que resuelvan el asunto de fondo y forma”, declaró en entrevista.
A Natiluz la encerraron con engaños, y en febrero de 2018 logró escapar junto con otras mujeres que fueron anexadas. Al salir, acudió a la agencia de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán con sede en Kanasín e interpuso la denuncia por el delito de privación de la libertad, por la que inició la carpeta 805/2018.
Leticia Pavón Pech representa a Natiluz en el juicio por la guarda y custodia de su hija. Explicó que la promovente del amparo contra la sentencia, la señora Gabriela Hernández, es hermanastra del fallecido abuelo de Helen, por lo que no tiene personalidad jurídica para apelar la sentencia.
Los magistrados del Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Decimocuarto Circuito en Mérida, Alfonso Gabriel García Lanz y Rafael Martín Ocampo Pizano le admitieron el amparo y le ordenaron a la jueza que falló a favor de Natiluz, revocar la sentencia.
“Le dan un derecho sin tener legitimación en el amparo a esta señora y revocan ese auto de mayo de 2023 y le dicen a la jueza que admite el recurso”, expresó la abogada Leticia.
En contra de la determinación del Tribunal, la abogada de Natiluz presentó un amparo por la falta de personalidad de la promovente. Sin embargo, no se le otorgó porque el Tribunal Superior del Estado de Yucatán está ejecutando la orden de los magistrados.
Natiluz no ha convivido con su hija Helen desde hace ocho años. La hermanastra de su papá –su tía Gabriela– impidió las convivencias. Sólo ha podido ver a su hija de lejos en los juzgados.
“Ya son casi nueve años sin ver a mi hija. Estoy muy decepcionada de la justicia porque debe de ser para todos y no lo es”, comentó.
En 2013, la abogada de la tía de Natiluz fue la procuradora de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Yucatán?(Prodennay), –antes Prodemefa–, Cinthia Giuliana Pacheco Garrido, lo que consideran ha influido para demorar el proceso legal por ocho años.
Entre las irregularidades que, afirman, se cometieron en la admisión de la revocación de la sentencia que regresaría a Helen a casa con su madre, está la línea de parentesco que no se cumple.
La abogada explicó que los Artículos 20, 21 y 22 del Código de Familia del Estado de Yucatán únicamente permiten derechos y obligaciones “a los parientes colaterales hasta el tercer grado”, lo que no se cumple en el caso de la tía de Natiluz.
Del anexo al que la enviaron en el 2017 para arrebatarle a su hija, se tiene información de que era dirigido por Daisy Batún, quien en el 2018 fue candidata a diputada local por Morena.
Las irregularidades por el ingreso de Natiluz no han sido el único reporte contra el anexo?La Gloria de Santa Isabel. En el 2011, una mujer de nombre Landy acudió a visitar a su hija y la encontró con el cuerpo lleno de golpes.
